Lo que debía ser una noche tranquila en la Escuela Vocacional de Ciencias Exactas «Antonio Maceo», en Santiago de Cuba, terminó en un hecho lamentable que ha sacudido a la comunidad educativa y ha puesto bajo lupa la seguridad dentro de los planteles escolares en la isla.
Este martes, la policía cubana detuvo a tres jóvenes involucrados en el violento incidente ocurrido el domingo, donde un estudiante resultó gravemente lesionado tras una caída mientras intentaba huir de una agresión.
No eran estudiantes del centro
La página oficialista «Héroes del Moncada», vinculada al Ministerio del Interior, fue la encargada de confirmar la noticia. Según la publicación, los detenidos no pertenecen al centro educativo, aunque eran conocidos por frecuentar el área de esparcimiento del instituto.
Ese domingo, estaban sentados en el parque de la escuela cuando, según la versión difundida, un grupo de estudiantes les lanzó agua desde una ventana. Aquello, al parecer, fue la chispa que encendió la mecha. Los tres jóvenes decidieron subir al dormitorio donde estaban los alumnos y se desató una pelea.
Una huida desesperada con consecuencias graves
En medio de la confusión, el estudiante Heiler Daniel Díaz Masso, de 16 años, trató de escapar saltando desde el segundo al primer piso. La maniobra terminó en tragedia: el adolescente cayó y sufrió una fractura de cráneo además de lesiones en los riñones debido al impacto.
Aunque el parte oficial no aclaró si los agresores portaban armas blancas o palos, el nivel de violencia que se vivió dentro del plantel genera preocupación.
El joven evoluciona favorablemente
Según reportó el periodista independiente Yosmany Mayeta, el muchacho fue ingresado en el Hospital Infantil Sur Dr. Antonio María Béguez César, donde poco a poco comienza a mostrar señales de recuperación. “Está tomando leche, jugo y ya pidió irse para la casa, pero aún no puede. Me dijeron que lo bajarán a sala”, compartió el reportero en una de sus publicaciones recientes.
La familia, aunque aún en shock, se siente más tranquila sabiendo que la vida de Heiler no corre peligro, y esperan que pueda volver pronto a casa para seguir recuperándose.
Clases siguen, pero la preocupación también
A pesar del revuelo, la Dirección Provincial de Educación informó que las clases en el IPVCE continúan con normalidad, siguiendo el calendario escolar como si nada hubiera pasado. Esta decisión ha generado cierto malestar entre padres y alumnos, quienes se preguntan si realmente se están tomando medidas para garantizar la seguridad dentro del recinto.
No es la primera vez que ocurren hechos similares en centros educativos cubanos, y muchos apuntan a la falta de vigilancia efectiva y protocolos de seguridad adecuados como una de las causas de estos sucesos.
Las autoridades aseguraron que la investigación sigue en curso y que se tomarán acciones legales contra los responsables. Sin embargo, la comunidad espera algo más que promesas: quieren respuestas y soluciones reales que eviten que estas cosas se repitan.
Porque al final, una escuela debería ser un lugar seguro para aprender, no un escenario de violencia donde un joven tenga que lanzarse por un balcón para salvar su vida.
