Lo que debía ser el primer paso hacia un nuevo comienzo se convirtió en un capítulo de dolor. Alexei Primelles Álvarez, un joven cubano que apenas llevaba ocho meses en Estados Unidos, perdió la vida el pasado 27 de abril en Phoenix, Arizona, durante su primer día de trabajo.
Su padre, Alberto Primelles, compartió la triste noticia a través de un mensaje en GoFundMe que ha tocado los corazones de muchos: “Ese día fue devastador para mí y toda mi familia. Mi hijo apenas empezaba su vida aquí, y de pronto se nos fue. Pido ayuda para poder llevarlo de regreso a Cuba, donde lo esperan una madre y una hija destrozadas”.
Un sueño truncado por la realidad migrante
Como tantos otros cubanos que se lanzan a lo desconocido con la esperanza de un futuro más digno, Alexei había emigrado con ilusiones a cuestas y muchas ganas de salir adelante. La vida en la Isla no ofrecía más que obstáculos, y él, como muchos, apostó por el sacrificio y la distancia como camino hacia una vida mejor.
Su hija pequeña era su principal motor, y con ese impulso se enfrentaba al reto de empezar desde cero. El empleo que consiguió —aunque duro y probablemente mal pagado— representaba el primer paso hacia la autosuficiencia y el sueño americano. Pero la vida le jugó una carta cruel.
Las circunstancias exactas del accidente aún no están claras, pero el golpe ha sido brutal para sus seres queridos. La noticia cayó como un balde de agua fría en su comunidad, tanto dentro como fuera de Cuba.
La comunidad se une para repatriarlo a Nuevitas
Ahora, su familia enfrenta no solo la tristeza, sino el alto costo de repatriar su cuerpo a Nuevitas, su tierra natal. Quieren darle el adiós que merece, rodeado de los suyos. Su padre insiste en que este gesto es lo mínimo que pueden hacer para aliviar, al menos un poco, el dolor de su madre y su hija.
Ngc Conde Conde, una usuaria de redes sociales que también compartió el caso, expresó con pesar: “Solo llevaba 8 meses en este país y perdió la vida en un accidente laboral. Lo quieren enviar a Cuba… cualquier ayuda cuenta”.
Una tragedia que no es aislada
Lamentablemente, la historia de Alexei no es la única. Otros cubanos en situación similar también han perdido la vida en suelo estadounidense en circunstancias trágicas. Las familias, muchas veces sin recursos ni seguros, acuden a la solidaridad para poder cubrir los gastos de funerales y traslados.
El caso de Armando Vladimir Betancourt Audia, asesinado recientemente en Tampa, también ha generado una campaña de recaudación impulsada por su hermano. Lo mismo ocurrió con Néstor Luis Restoy Díaz, presuntamente asesinado por un amigo, y con Yannelis De La Caridad Casales Antón, víctima de feminicidio en Jacksonville.
Cada uno de estos casos pone en evidencia la vulnerabilidad de la comunidad migrante cubana en Estados Unidos, que sigue creciendo en medio de un éxodo sin precedentes, enfrentando trabajos precarios, falta de respaldo institucional y el peso emocional de estar lejos de casa.