En Holguín, específicamente en el reparto Peralta, lo que parecía una leyenda urbana se volvió realidad: ¡llegó el café a la bodega! Sí, ese mismo que llevaba cinco meses desaparecido como si se lo hubiera tragado la tierra.
La noticia la soltó en TikTok la usuaria @meli.cubanita0, quien no cabía en sí de la emoción:
“Esto parece mentira. Nunca habían llegado tantas cosas juntas a la bodega. Pero bueno, viene el primero de mayo y hay que tenernos contentos”, soltó en tono sarcástico mientras se dirigía, móvil en mano, al lugar del “milagro”.
El oro oscuro llegó… pero con letra chiquita
En el video se ve el momento en que le entregan cuatro bolsitas del codiciado café por 44 pesos, todo según la libreta, claro. Nada de reembolso por los meses perdidos. Lo que no se entrega, se borra del mapa como si nunca hubiera existido.
Y mientras ella celebra su café, las redes arden entre incredulidad, ironía y resignación. “¿Entonces nadie había tomado café desde diciembre, mi amor?”, preguntó un usuario, medio en serio, medio en broma. Otro remató con una pedrada: “Eso ni café es, eso es chícharo molido con algo más que ni se sabe.”
El café “de fuera” está, pero a precios de otro planeta
Muchos comentaron que sí, que café se consigue en la calle, pero no al alcance del bolsillo promedio. “Cuando no es del gobierno, el café puede costar cinco veces más. Solo los que reciben remesas pueden darse ese lujo”, escribió uno.
La propia creadora del video respondió sin rodeos: “Si no lo dan este mes, el mes que viene tampoco. Y si llega, llega lo que toca. No recuperas nada de lo que te deben.”
Un problema más grande que una simple bodega vacía
Lo cierto es que la falta de café no es un caso aislado, sino parte de una crisis más profunda. En Santiago de Cuba, por ejemplo, apenas se ha cumplido el 65% del plan cafetalero, según reconocieron las propias autoridades en una reunión de la ANAP. Y no es porque falte el grano en los cafetales, sino porque no hay quien lo recoja, los pagos están atrasados y la logística es un desastre.
Ante este panorama, muchos cubanos se ven forzados a pagar sumas absurdas en el mercado informal. “Por aquí una libra cuesta hasta 200 pesos”, contó un productor de la zona. Otros, sobre todo jubilados del campo, han decidido sembrar lo suyo en el patio, como en los tiempos de antes.
¿Y la solución? Exportar, aunque en casa no haya
Mientras tanto, el gobierno anda metido en proyectos con socios extranjeros. En Guantánamo, por ejemplo, están impulsando Innova Café, con ayuda de fondos europeos y energía solar. Su objetivo: exportar bajo el modelo de comercio justo. Muy bonito en el papel, pero el cubano de a pie sigue esperando el café en su bodega.
Al final, la llegada de las bolsitas en vísperas del 1ro de mayo no parece más que un gesto simbólico para calmar el descontento, no una solución real al desabastecimiento crónico que se vive en toda la isla.