El dolor se ha apoderado del Reparto Montejo, en Camagüey, tras el brutal asesinato del joven Diosvanys Céspedes, de apenas 21 años. La tragedia ocurrió el lunes 28 de abril, en plena zona de La Calamera, durante una reunión aparentemente tranquila donde varios amigos compartían una partida de dominó.
Lo que debía ser una tarde entre conocidos terminó de la peor manera. Según testigos, en medio del encuentro apareció un individuo conocido como «Habana», quien sin mucho aviso le propinó varias puñaladas a Diosvanys antes de salir huyendo. Desde entonces, el sospechoso sigue prófugo y las autoridades andan tras su rastro.
Fuentes cercanas al joven aseguran que el crimen no fue algo al azar. Al parecer, el agresor tenía una relación sentimental con la hermana de la víctima, la cual —según comentan— no era precisamente sana. Diosvanys, al enterarse de los maltratos, no se quedó de brazos cruzados y decidió enfrentar al agresor para defender a su familia. Esa valentía le costó la vida.
En redes sociales, la página de noticias locales que administra Irma Broek compartió detalles del hecho, incluyendo versiones que apuntan a amenazas previas por parte del atacante. Una advertencia que, tristemente, terminó en tragedia.
La comunidad no ha tardado en reaccionar. Camagüey vive momentos duros, y este caso ha vuelto a encender las alarmas sobre el auge de la violencia en la provincia. Muchos aseguran que “cada semana hay un crimen nuevo”, y que la sensación de inseguridad se está volviendo parte del día a día.
Familiares de Diosvanys, destrozados por la pérdida, piden justicia con el corazón en la mano. Han hecho un llamado a toda la población para que colabore con cualquier información que pueda llevar a la captura del responsable.
Diosvanys no era un desconocido para nadie en el barrio. Era un joven trabajador, padre de una niña pequeña y muy querido por quienes lo conocían. Muchos lo recuerdan como alguien noble, siempre al pie del cañón cuando se trataba de proteger a los suyos.
Este crimen no es un hecho aislado. Apenas esta misma semana, también en Camagüey, se conoció el caso desgarrador de Yilianis Reyes Fundora, una muchacha de solo 17 años que fue asesinada por su expareja en el poblado Brasil, en el municipio Esmeralda. La joven, madre de una niña de dos añitos, se convirtió en otra víctima de la violencia de género que azota a Cuba.
La situación se torna cada vez más preocupante, y lo que antes parecía impensable en los barrios ahora se vuelve noticia frecuente. Mientras tanto, familias enteras quedan marcadas por el dolor y la impotencia.