Otra vez el “nietísimo” dio de qué hablar. Sandro Castro, el nieto del mismísimo Fidel, volvió a encender la rabia en redes sociales con uno de esos videos donde se pasea por su mundo paralelo, bien lejos de la realidad que vive el cubano común. Esta vez, el escenario fue una calle tranquila, probablemente en Siboney, donde la oscuridad no se conoce y los apagones son cosa del noticiero.
Vestido con una camiseta que lleva el rostro de su abuelo y el clásico «Ahí na’ má», Sandro sale en cámara meneando dos pencas de guano como si estuviera en un sketch de humor barato, mientras lanza una frase en tono de burla: “¡Qué chimba hombre! El día está pa’ coger una sombrita paisa, porque en Europa hay mucho apagón y nos gusta la oscuridad. ¡Me voy pa’ mi rancho, hombre!”. Todo acompañado del texto en pantalla: “el único vampirash inmune al sol”.
El rancho que no se apaga
Cuando dice “me voy pa’ mi rancho”, no está hablando de un cuartico con techo de fibrocemento. Se refiere, cómo no, a una de las tantas mansiones familiares de los Castro, bien alejadas del drama eléctrico que sacude a diario a millones de cubanos. Mientras la gente se funde de calor sin corriente, él se divierte con pencas y sarcasmo.
Ese “rancho” suyo, con todas las comodidades, contrasta brutalmente con las casas en ruinas, los apagones eternos y el colapso de los servicios públicos que sufre la mayoría del pueblo. Pero bueno, desde su burbuja, la oscuridad es chiste y no tragedia.
Una camiseta que dice más de lo que parece
La camiseta no fue al azar. Llevar la cara de Fidel es casi como firmar con orgullo el legado de la debacle energética nacional, esa misma que comenzó cuando su abuelo cambió termoeléctricas por generadores mediocres, repartió transformadores de pacotilla y dejó al país amarrado a una red eléctrica más vieja que la radio Reloj. De aquellos polvos vienen estos apagones.
Y claro, la “continuidad” no ha hecho más que maquillar el desastre. Díaz-Canel y compañía repiten el libreto, y mientras tanto, los Castros junior viven como si estuvieran en otro planeta.
Lo vi y no lo podía creer. Sandro Castro, con cara de que acaba de inventar el ron, se graba feliz, con un pulóver que no tiene ni al Che, ni a Maceo, ni a Pánfilo. No. Tiene a su abuelo, el mismísimo Comandante en Jefe, estampado como si fuera Bad Bunny, y debajo una frase que ni Cintio Vitier hubiera podido predecir: “¡Ahí na’ má!”.¡Ahí na’ má!… ¿Y el marxismo-leninismo dónde quedó? ¿Y el pensamiento Fidelista? ¿Y los CDR que vigilaban hasta si uno freía con manteca rusa o americana?Sandro, con su aire de DJ de hotel cinco estrellas en Varadero, ha hecho más por desideologizar Cuba que 62 paquetes de medidas y 14 apagones semanales. El nieto de quien dijo que los lujos eran del enemigo, ahora aparece en videíto pixelado por la 4G de ETECSA, derrochando flow y sudor de gimnasio caro, como si estuviera modelando para la edición Socialismo Deluxe de Vogue.El pueblo, mientras tanto, bajo el sol, con la libreta en una mano y la resignación en la otra, mira el espectáculo en los móviles que compraron a 200 dólares con remesas de tía Milagros desde Hialeah. "¿Este no es el nieto del viejo?", preguntan. "Sí, mi hermano, ¡y anda en un Audi más rápido que la bajada de la presión arterial cuando hay tremendo apagón!"Y yo me pregunto:¿Díaz-Canel no ha visto esto? ¿O está ocupado mandando otro tuit con hashtag #MejorEsPosible mientras le avisan que se cayó el sistema?¿Marrero? ¿Está ocupado también aprobando otro viaje “de trabajo” a Catar o simplemente ya se rindió ante el talento escénico de Sandrito?Porque si alguien ha logrado unir al pueblo cubano en algo, es él. Sandro nos ha recordado que el “hombre nuevo” no solo tiene carro alemán y reloj de oro, también se viste con frases que harían llorar a Vilma Espín y provocarían un infarto revolucionario a Almeida.Y ahora que viene el Primero de Mayo, yo propongo lo siguiente:Que Sandro encabece el desfile, arriba de su Mercedes, pulóver de Fidel incluido, sonando reguetón patriótico y tirando billetes USD como si fueran volantes del Granma.¡Eso sí sería coherencia entre discurso y herencia!Porque si algo ha demostrado esta tragicomedia, es que no hace falta un embargo para destruir la imagen del socialismo tropical… basta con un nieto con WiFi y muy poca vergüenza.¡Ahí na’ má! Vergüenza ajena y asco de este tipejo.Con Filo y ahora que?El Necio y ahora que? Dónde denunciamos este ultraje?Presidencia Cuba y ahora que?
Sandro no es nuevo en estas provocaciones. Ya en diciembre del 2024 celebró su cumpleaños en su bar EFE con luces, tragos y todo encendido, mientras buena parte del país estaba a oscuras. A él la crisis no lo toca, y eso es precisamente lo que más indigna al pueblo: el descaro de exhibir el lujo en medio del desastre.
El video, lejos de ser gracioso, resume la desconexión total de la casta gobernante. Para Sandro, lo que para millones es sufrimiento, para él es contenido. Lo suyo no es ignorancia, es desfachatez. Una especie de «yo tengo y tú no», con carcajada incluida.
Mientras tanto, las familias cubanas siguen sin electricidad, sin agua, con casas que se caen a pedazos y sin nadie que las escuche. Y ahí está él, dando vueltas en círculos, mofándose de todo, como si la crisis fuera un show más.
La oscuridad en Cuba no es broma. Es vida o muerte. Pero a Sandro, eso no le quita el sueño. Tiene generador, aire acondicionado, ron del bueno y, por si acaso, una penca de guano para los likes.
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