No todo es playa y mojito en Cuba. La influencer venezolana Ary Tenorio, novia del popular youtuber Luisito Comunica, decidió ir más allá de la postal turística y mostrarle al mundo cómo es vivir un día en Cuba con el salario promedio. Y, como era de esperarse, el resultado fue tan revelador como impactante.
En su más reciente video de YouTube, Ary documenta su experiencia en la isla con un reto bastante claro: vivir por 24 horas con el equivalente al salario mensual de un profesional cubano, que ronda los 20 dólares estadounidenses. Spoiler: no es nada fácil.
Este video llega justo después del revuelo que causó su pareja, Luisito, quien ya había encendido las redes al mostrar escenas del desabastecimiento y el día a día de los cubanos en su paso por La Habana. Ahora, Ary aporta su propia mirada, y lo hace de manera honesta, empática y muy directa.
Acompañada por una joven cubana, Ary se lanza a las calles en busca de comida, productos de higiene personal y hasta artículos básicos como papel sanitario. Lo que encuentra es una realidad dura: estanterías vacías, precios imposibles y un mercado informal que, aunque lleno de opciones, no está al alcance del bolsillo promedio.
Lo más valioso del video no está solo en lo que compra (o no puede comprar), sino en cómo retrata la resiliencia y el carácter amable del pueblo cubano. “A pesar de todo, su gente es hermosa, generosa y muy fuerte”, dice Ary con evidente emoción. Y no exagera. En medio del caos, los cubanos siguen sonriendo, compartiendo y resistiendo.
El contraste entre la belleza natural del país y la precariedad del día a día es brutal. Y aunque algunos en redes han criticado a la pareja por «explotar» la crisis, muchos otros han agradecido su sinceridad por mostrar una Cuba que no aparece en los catálogos de turismo.
Sin duda, tanto Ary como Luisito han reabierto una conversación importante sobre la situación en Cuba. Y lo han hecho desde una perspectiva que conecta con miles de personas en todo el mundo. Porque cuando un par de influencers se detienen a mirar más allá del malecón, las verdades empiezan a salir a flote.