¿Te imaginas llegar a uno de los destinos turísticos más famosos de Cuba y sentir que entras en una escena de película de miedo? Pues eso fue exactamente lo que captó un video que se hizo viral en TikTok, mostrando el lamentable estado de la entrada al Aeropuerto Internacional Juan Gualberto Gómez, en Varadero. Oscuridad total, ni una lucecita, ni una señal… solo la voz del conductor que no puede creer lo que está viendo (o más bien, no está viendo).
El video fue publicado por el usuario @jesusdecuba y ha encendido las redes. En las imágenes se ve claramente cómo todo el acceso al aeropuerto está completamente a oscuras. No hay faroles, no hay carteles que indiquen nada, y la carretera parece salida de un capítulo de “Historias de Ultratumba”.
Mientras graba el trayecto nocturno, el autor del video comenta con tono de asombro: “No se ve nada, no hay una iluminación, no hay una señal de tránsito, no hay nada”. Y no exagera. Es como si te estuvieran llevando al aeropuerto por un camino clandestino, no por la entrada de uno de los puntos más importantes para el turismo internacional del país.
Y es que estamos hablando del segundo aeropuerto en importancia de Cuba, después del de La Habana. Este lugar recibe a miles de turistas extranjeros al mes, y sin embargo, parece más la entrada a un campamento abandonado que a una terminal aérea internacional. Es como si el “bienvenidos a Cuba” viniera con un “pero cuidado que no se ve nada”.
La falta de iluminación y señalización no es solo un detalle incómodo. Es un problema de seguridad. Para choferes, para turistas, para trabajadores del aeropuerto. Además, ¿qué impresión se lleva un extranjero que llega a Cuba por esa vía? Seguro se pregunta si va camino al hotel o a un capítulo de The Walking Dead.
Como era de esperarse, los comentarios en redes sociales no se hicieron esperar. Algunos usuarios criticaron duramente el abandono del lugar, mientras otros se preguntaban cómo es posible que un país que vive (o intenta vivir) del turismo tenga tan poca vergüenza como para ofrecer esa imagen a sus visitantes.
Y como en muchos otros casos, las autoridades no han dicho ni esta boca es mía. Nada de comunicados, nada de soluciones, ni siquiera una excusa. El silencio oficial es casi tan oscuro como la entrada al aeropuerto.