Lo que debía ser un día de alegría, entre música, tambores y consignas por el 1ro de Mayo, acabó empañado por el dolor en Jimaguayú, Camagüey. La comunidad aún no se repone del impacto tras conocer que Yoel Alejandro Espinosa Lezcano, un joven de apenas 23 años, perdió la vida en una pelea que estalló después de las festividades.
Según cuentan quienes estuvieron cerca del lugar, todo ocurrió de forma repentina. Lo que empezó como un ambiente de celebración, se tornó violento en un abrir y cerrar de ojos. Yoel, muchacho querido, respetuoso y con una sonrisa siempre lista, no logró salir con vida de aquella riña que nadie esperaba.
“Él no se metía con nadie, era puro corazón”, dijo con lágrimas en los ojos una vecina que lo vio crecer en el barrio. Sus amigos, aún sin creer lo sucedido, han llenado las redes sociales con fotos, mensajes de cariño y un pedido que se repite como eco: #JusticiaParaYoel.
De manera no oficial, se ha señalado a Mackiel Mendoza, apodado en la zona como “El Bebé”, como el presunto autor del crimen. Aunque las autoridades aún no se han pronunciado públicamente, muchos en el pueblo aseguran que la policía lo tiene en la mira y que ya lo están buscando activamente.
La tristeza ha calado hondo en Jimaguayú. Las redes sociales arden con reclamos de justicia, y la rabia contenida de una comunidad cansada de tanta violencia se hace sentir fuerte. “Esto no puede quedar así, tiene que haber justicia. Que no se repita otro caso como el de mi sobrino”, soltó la tía de Yoel, visiblemente afectada.
Este lamentable hecho vuelve a poner sobre la mesa una preocupación que ya es pan de cada día en muchos rincones de Cuba: el aumento de la violencia entre jóvenes, incluso en días donde se supone que reine la paz.