La cosa está que arde, literalmente. La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, más conocida como ETECSA, salió a dar la cara esta semana tras varios incidentes que dejaron sin comunicación a un buen número de cubanos. Y no estamos hablando de una simple avería: fue vandalismo puro y duro.
A través de su cuenta oficial en X, ETECSA denunció que en los últimos días han ocurrido varios ataques contra su infraestructura en La Habana, y el saldo ha sido serio: cables cortados, gabinetes quemados y cientos de personas incomunicadas.
Uno de los casos ocurrió en Habana del Este, por la zona de Minas y Campo Florido. Allí, un incendio afectó nada menos que un cable de fibra óptica, lo que provocó cortes de servicio en varios puntos del municipio.
En Marianao, la situación no fue mejor. Este viernes un gabinete telefónico ubicado en la intersección de 120 y 49 también terminó envuelto en llamas. Y como si fuera poco, en pleno corazón de Centro Habana, por Hospital entre San José y San Rafael, se reportó el corte de un cable de cobre de 1,800 pares, que soportaba una enorme cantidad de líneas telefónicas. Imagínate la cantidad de gente que quedó desconectada de golpe.
¿Y los responsables? Bien, gracias. Hasta el momento, ETECSA no ha dado detalles sobre investigaciones en curso ni sobre posibles arrestos. Tampoco han explicado si cuentan con cámaras, sensores o algún sistema de vigilancia que ayude a atrapar a quienes están detrás de estos actos.
El comunicado fue breve y sin muchas explicaciones:
“Llamamos a la responsabilidad individual y colectiva. Cuidemos lo nuestro”, publicaron, asegurando que están haciendo lo posible por restablecer los servicios afectados.
Ahora bien, aunque las autoridades señalan al vandalismo como la causa principal, no se puede descartar que el desastre tenga también que ver con fallos eléctricos, falta de mantenimiento o el abandono general de la infraestructura. Basura acumulada, matojos sin podar y conexiones viejas pueden convertirse en una bomba de tiempo que termine, como en estos casos, dejando a todo el mundo sin línea.
Y claro, la falta de telefonía en Cuba no es cualquier cosa. Muchas personas dependen de estos servicios para trabajar, comunicarse con sus familiares —dentro y fuera de la isla— o incluso resolver trámites vitales. Cuando falla ETECSA, la vida diaria en Cuba se vuelve aún más complicada de lo que ya es.