En medio del sueño americano, la comunidad cubana en Houston ha sido sacudida por una serie de hechos violentos que han dejado dolor, rabia e incertidumbre entre quienes vinieron buscando una nueva vida. Dos asesinatos en pocos días, y en ambos casos, los protagonistas son cubanos.
La víctima más reciente fue Christopher Bles Venerio, un joven oriundo de La Habana, casado y padre de dos niñas pequeñas. A plena luz del día, en plena calle, un disparo certero al pecho acabó con su vida. El presunto autor del crimen, Frank Alberto Suárez Valdés, también cubano, está en fuga.
Una discusión que terminó en muerte
El asesinato fue parcialmente captado en video. Aunque las imágenes no son del todo nítidas, muestran claramente a dos hombres discutiendo a la distancia. De un momento a otro, uno cae al suelo sin vida, mientras el otro se escapa corriendo. Ese hombre, según varios testigos, es Frank Suárez.
El motivo de la pelea aún no se ha esclarecido, pero los rumores apuntan a viejas rencillas personales. Lo cierto es que Suárez Valdés, natural de San Miguel del Padrón, en La Habana, está siendo buscado por la policía de Houston y por toda una comunidad indignada que no está dispuesta a quedarse de brazos cruzados.
Una amiga cercana de la víctima, Greetcheen Valdés, publicó en Facebook un mensaje contundente, exigiendo justicia y ofreciendo una recompensa por información que conduzca a la captura del presunto asesino. “Nadie tiene derecho a quitarle la vida a nadie… y no vamos a descansar hasta que se haga justicia,” escribió con el corazón en la mano.
Un adiós que duele
La familia de Christopher ha iniciado una campaña en GoFundMe para reunir fondos y poder despedirlo como merece. El texto de la recaudación no podría ser más claro: “Cualquier ayuda, por pequeña que sea, será profundamente agradecida. Queremos darle un adiós digno a alguien que lo dio todo por los suyos.”
El caso sigue bajo investigación, pero el eco de esta tragedia ya ha cruzado fronteras. Desde otras ciudades de EE.UU., compatriotas se han solidarizado con la familia, alzando la voz para que este crimen no quede impune.
Otra muerte en circunstancias similares
Lo más alarmante es que este no es un hecho aislado. Apenas unos días antes, otro cubano fue asesinado en condiciones muy parecidas. Ediesky Piñeiro, de 34 años y también padre de dos niñas, murió en el mismo Houston tras recibir un disparo directo al abrir la puerta de su casa.
La escena fue espeluznante: un hombre se acerca a la vivienda, saca un arma de su ropa y dispara sin decir una palabra. Luego intenta entrar a la fuerza, pero la puerta le impide continuar. Finalmente, huye en un auto Maserati de color morado. Todo quedó registrado por las cámaras de seguridad.
El atacante fue identificado como Andrés Fernández de la Paz, de 36 años. La policía lo detuvo al día siguiente, y aunque aún se investiga el motivo, se cree que el crimen podría estar relacionado con problemas personales, ya que el sospechoso habría sido pareja de una familiar de la víctima.
¿Qué está pasando entre los cubanos en Houston?
Estos dos asesinatos, cometidos por cubanos y contra cubanos en tan poco tiempo, han encendido las alarmas dentro de la comunidad migrante. Hay miedo, sí, pero también una creciente exigencia por parte de vecinos, activistas y organizaciones: más apoyo para los recién llegados, atención psicológica y programas de integración.
El dolor es profundo. Muchos vinieron escapando de la escasez, de la represión, de la falta de oportunidades. Y ahora, en tierra de libertad, ven cómo la violencia les alcanza otra vez, pero esta vez entre hermanos de sangre y de historia.
Mientras la justicia avanza y la policía sigue tras los pasos de Frank Suárez, la comunidad cubana en Houston se une en el dolor. Piden justicia, sí, pero también un alto a la violencia, más empatía, y menos odio entre los que comparten el mismo origen.
Porque al final del día, todos vinieron buscando lo mismo: una vida mejor. Y no hay nada más triste que verla interrumpida por una bala entre hermanos.
