El pasado fin de semana, Colorado Springs fue escenario de una megaoperación policial que parece sacada de una serie de Netflix. Más de 300 agentes de 13 agencias diferentes —sí, trescientos— se lanzaron contra un club nocturno clandestino que, según las autoridades, era mucho más que un simple lugar para rumbear.
¿El resultado? Nada menos que 114 inmigrantes indocumentados detenidos, drogas por un tubo, armas de fuego y hasta sospechas de vínculos con bandas como MS-13 y TDA, dos nombres que ya suenan a película de acción… pero esto fue bien real.
Entre los arrestados hay tres cubanos que no llegaron a EE. UU. precisamente para empezar de cero o “buscar un futuro mejor”, como muchos. Al contrario, ya traían un prontuario preocupante, y las autoridades los tenían bien fichados.
¿Quiénes son los tres cubanos detenidos?
La primera es Idianay Hernández Jorrín, de apenas 26 años. Pero no te dejes engañar por la edad: tiene cargos pendientes por robo millonario —entre 100,000 y 1,000,000 de dólares— y también por “agresión” tras haber drogado a una víctima. La Oficina de Operaciones de Cumplimiento y Deportación (ERO) de Denver ya la tiene bajo custodia, y se queda detenida mientras avanza su proceso migratorio. Lo tiene difícil.
El segundo detenido es Alexander Bordado Valdés, de 45 años, quien, según las autoridades, está ligado a un grupo cubano especializado en robo de tarjetas de crédito, robo de combustible y cultivo ilegal de marihuana en Colorado. Un combo bien completo.
Y por último, Armando Martínez Moreno, de 34 años. Entró a EE. UU. bajo libertad condicional en 2022, pero ignoró olímpicamente su citación para comparecer ante ICE. Tiene historial por robo, acoso y hurto, y hasta un caso activo en su contra.
¿Qué se encontró en la redada?
La redada se realizó de madrugada, en un club que ahora sabemos era algo más que una pista de baile. Según la fiscal general Pam Bondi, el lugar estaba frecuentado por integrantes de grupos criminales serios, como MS-13, y se decomisaron cocaína, metanfetamina y “cocaína rosa” (sí, eso existe).
Bondi no dudó en hacer política con el asunto. Publicó en su cuenta de X (antes Twitter) que esto es prueba del éxito de la línea dura migratoria impulsada por Donald Trump. Según ella, estos operativos muestran “resultados concretos” y son parte de la promesa de “hacer a Estados Unidos seguro otra vez”.
Ahora, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) se ha hecho cargo de los 114 detenidos. Todos enfrentan procesos de deportación, y si se confirma su implicación en delitos, podrían ser juzgados penalmente antes de que los monten en el avión de regreso.