Lo que parecía ser un emotivo reencuentro familiar se convirtió en todo un debate en TikTok. Más de 700 mil visualizaciones acumula el video de Milena, una joven cubana que volvió a la isla y sorprendió a su madre tras llegar en un carro rentado. Pero lo que debía ser pura alegría, terminó generando una avalancha de críticas en redes.
En la grabación se ve a Milena bajándose del auto mientras su madre la espera frente a una humilde casita de madera. Para muchos, eso fue motivo suficiente para juzgarla. Le llovieron comentarios diciendo que, en vez de alquilar un carro, debía haber invertido ese dinero en mejorarle la vivienda a su familia.
Ante tanta lengua suelta, Milena no se quedó callada. Usando la misma plataforma que la hizo viral, salió a dar su versión. “La gente habla sin saber”, soltó sin pelos en la lengua, mientras explicaba que, dadas las condiciones actuales de transporte en Cuba, rentar un carro es la forma más práctica de moverse, resolver gestiones o simplemente compartir con los tuyos sin tanto corre-corre.
También aclaró que ni tener un carrito en Estados Unidos ni lucir una cadenita es sinónimo de lujo. “Eso no es presumir, es vivir”, dijo, recordando que lo que allá es cotidiano, en Cuba puede verse como ostentación.
Sobre la famosa casita de madera, explicó que su madre en realidad vive en una casa de placa al lado, pero esa pequeña vivienda que aparece en el video no la han querido tumbar por razones sentimentales. Fue construida por su abuelo hace años, y allí vivió Milena hasta bien entrada en sus veintitantos. Para ella, ese lugar es historia pura.
Algunos también la criticaron por no derramar una lágrima al abrazar a su mamá, como si fuera obligatorio armar una escena de novela. Pero Milena, con calma, aclaró que hacía menos de un año que había visitado Cuba y que cada persona expresa sus emociones a su manera. “No tengo que tirarme por el piso para demostrar cariño”, dijo en uno de sus videos, dejando claro que no todos sienten igual.
A pesar del barullo digital, Milena disfrutó su visita a Cuba al máximo. En sus publicaciones se le ve compartiendo café con su madre, cocinando con ella y hasta echándose un chapuzón en Varadero. El amor familiar estaba ahí, aunque no viniera envuelto en lágrimas para las cámaras.
Y como suele pasar en redes, las críticas terminaron empujándola aún más al centro de la escena. Su historia no solo se hizo viral, sino que le ganó unos cuantos seguidores nuevos que ahora están pendientes de su contenido.
Al final, lo que empezó como una simple visita, se convirtió en un fenómeno digital que refleja bien claro lo dividida que está la opinión sobre los cubanos de afuera y su vínculo con la isla. ¿Y tú, qué piensas?