Hay historias que inspiran… y luego está esta. Una joven cubana que llegó a Estados Unidos bajo el estatus migratorio I-220A acaba de lograr lo que para muchos migrantes parece un sueño lejano: comprar su primera casa. ¿Y cómo lo celebró? Con un video lleno de alegría y orgullo que no tardó en hacerse viral en TikTok.
Desde el jardín de su nueva casa y con una sonrisa que no le cabía en la cara, la cubana compartió un mensaje directo a todos los que, como ella, llegaron con incertidumbre y muchas ganas de echar pa’lante:
“A todos los I220A como yo, déjenme enseñarles que ya mi esposo y yo comenzamos a pagar nuestra primera casita. Aquí todo se puede lograr, a perseguir sus sueños. Aquí lo último que se pierde son las esperanzas. ¡Bendiciones y sin miedo al éxito!”
El video fue subido desde la cuenta @nievesbarroloregmail.com, y no solo mostró la fachada de la vivienda, sino también el orgullo de una pareja que, con esfuerzo y fe, está construyendo una nueva vida en tierras de libertad. Y lo mejor de todo: su mensaje se ha convertido en un impulso para miles de migrantes que sueñan con lo mismo.
Para quien no lo sepa, el I-220A es un formulario que reciben muchos cubanos al entrar por la frontera sur de Estados Unidos. Aunque su estatus legal ha generado bastante debate—porque no se considera un “parole” oficial según algunas interpretaciones legales—, lo cierto es que muchos de los que han llegado bajo esta figura han encontrado trabajo, estabilidad y hasta oportunidades para invertir en su futuro.
La historia de esta joven cubana es un testimonio viviente de que sí se puede. De que, con esfuerzo, disciplina y sin rendirse, los sueños se alcanzan. Ella no solo compró una casa; le compró un pedazo de futuro a su familia, y de paso, le regaló a su comunidad un ejemplo poderoso de superación.
Las redes no tardaron en reaccionar con aplausos virtuales, comentarios de felicitación y mensajes de personas que vieron en su video una dosis de esperanza en medio de tantas noticias difíciles. Porque cuando uno ve que alguien con las mismas circunstancias lo logra, uno también empieza a creer que es posible.
Y sí, hay obstáculos, papeles que no están claros, incertidumbre con la ley… pero como ella misma dijo: “Aquí lo último que se pierde son las esperanzas”. Y con esa actitud, no hay sueño americano que se resista.
