Un suceso que parece sacado de una novela de realismo mágico terminó en tragedia este lunes en Miami, cuando un cubano fue arrestado por presuntamente intentar prenderle candela a su propia casa después de que su madre botara sus objetos religiosos relacionados con la santería. El hombre, identificado como Luis Fernando Garcés, de 58 años, terminó hospitalizado por inhalación de humo antes de ser llevado preso.
Todo empezó con un ritual y terminó en caos
Según contaron las autoridades, los hechos comenzaron bien temprano en la madrugada del 1ro de abril. Eran alrededor de las 2:00 a.m. cuando la madre de Luis se despertó con ruidos raros saliendo del patio. Al salir, se encontró a su hijo metido en una especie de ceremonia, encendiendo fuego en una sartén como parte de su práctica religiosa. Le pidió que parara, y él, al parecer, no se lo tomó muy bien.
Más tarde, mientras Luis estaba de compras en un Home Depot, su madre decidió sacar todos sus objetos espirituales y tirarlos a la basura. Cuando él regresó y notó que faltaban sus cosas, explotó de ira.
Dos horas de furia y un final incendiario
Testigos aseguran que Luis pasó al menos dos horas destruyendo todo lo que encontraba en la casa. Su madre, asustada, decidió hacer lo más sensato: llamar a su otro hijo, Carlos Garcés, quien llegó acompañado de sus propios hijos, por si las moscas.
Cuando Carlos se acercó al cuarto de su hermano, notó humo saliendo por debajo de la puerta, que además estaba trancada con objetos pesados. Dentro, Luis ya había encendido un fuego dentro de un cajón de la cómoda, y gritaba desesperado que nadie se preocupaba por él. Incluso amenazó con lanzar fuego si intentaban entrar.
Pero lo más escalofriante fue lo que encontraron después: Luis se había cortado la mano con un pedazo de vidrio y escribió dos frases con su propia sangre en la pared. Una de ellas decía: “Mi madre es mi asesina”, y la otra, “Te amo Julie, Luis”.
Carlos, jugándosela, logró entrar al cuarto y sacó a su hermano casi arrastrado, mientras usaba un extintor para controlar el incendio junto a sus hijos. Minutos después llegaron los agentes de la ley, que arrestaron al hombre en medio del caos.
Hospital, intubación y sin fianza
Luis fue trasladado de urgencia al Hospital Kendall HCA, donde tuvo que ser intubado por los daños en sus pulmones a causa del humo. Más tarde fue llevado a la cárcel Turner Guilford Knight, donde sigue detenido.
Este martes, compareció ante la corte. La jueza encargada del caso no le concedió fianza, teniendo en cuenta la gravedad de los cargos que enfrenta: incendio provocado en primer grado y violencia doméstica.
Un drama familiar que se salió de control y terminó poniendo en riesgo la vida de todos en la casa, dejando claro que cuando la tensión se mezcla con el fuego —literal y emocional—, el desenlace nunca es bueno.
¿Dónde crees que termina la fe y empieza el peligro?