¿Contrabando con plumas? Sí, aunque suene increíble, un pasajero intentó sacar de Cuba un ave y varios huevos escondidos en envases que nada tenían que ver con animales. Y como siempre, la Aduana no se quedó dormida: lo pillaron justo antes de volar hacia Estados Unidos desde el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana.
El ave viajaba camuflada entre pastillas
Según informó Wiliam Pérez González, vicejefe primero de la Aduana cubana, la criatura alada fue encontrada nada más y nada menos que dentro de un frasco de medicamentos. Sí, un envase común y corriente, con huequitos para que respirara. Todo esto, por supuesto, en violación total de las leyes nacionales y la Convención CITES, que protege a las especies silvestres del comercio ilegal.
¿Y los huevos? También estaban escondidos
Por si fuera poco, junto al ave también se hallaron al menos cinco huevos bien ocultos entre el equipaje. No se aclaró exactamente cuántos eran ni a qué especie pertenecían, pero todo indica que el plan era criar vida exótica fuera de Cuba… y pasarla de contrabando.
Medidas de rigor, pero poco se sabe del culpable
Las autoridades dijeron que aplicaron “medidas de rigor” al detectar el intento de tráfico, aunque no soltaron prenda sobre la identidad del pasajero. Tampoco revelaron el tipo de ave involucrada. Todo quedó en una especie de misterio con sabor a jaula abierta.
Cuba, tierra de aves… y de contrabandistas
Esto no es nuevo. En los últimos años, el tráfico de aves ha sido un problema constante en la isla. En 2019, por ejemplo, se incautaron 277 aves vivas —¡sí, casi una bandada entera!— entre ellas tocororos, cardenales y tomeguines. Todas escondidas en maletas. Puro show.
El problema no termina en Cuba
Y si pensabas que solo aquí ocurría, agárrate: en 2021, la Guardia Civil española detectó en Valencia a un pasajero que venía desde La Habana con 161 aves escondidas en maletas. O sea, que además de lograr pasar los controles cubanos, casi logra llegar intacto a Europa con su “cargamento alado”.
El mercado negro sigue volando alto
En abril pasado, el Cuerpo de Guardabosques en Santiago de Cuba rescató varias aves mantenidas en cautiverio. No dijeron cuántas, ni de qué especies, pero quedó claro que el negocio ilegal sigue fuerte, alimentado por la falta de oportunidades y el afán de ganar dinero rápido.
¿Hasta cuándo?
Mientras el tráfico ilegal de fauna siga encontrando compradores, y la situación económica no mejore, seguiremos viendo estas historias que, aunque suenen locas, son parte de una realidad que se vive en silencio… y a veces, entre medicamentos y maletas.