¿Quién dijo que en Cuba no se ve el futuro? La noche del martes, los cielos de Matanzas se iluminaron con un espectáculo inesperado: el paso del cohete Falcon 9, cortesía de la empresa estadounidense SpaceX. Y no fue un espejismo: el fenómeno fue real, visible y documentado.
El encargado de confirmar lo que muchos pensaron que era un OVNI fue el meteorólogo cubano Henry Delgado Manzor, quien compartió una imagen del evento en Facebook. Gracias a que el cielo estaba bastante despejado en Matanzas, se pudo ver claramente la famosa estela luminosa que deja el cohete cuando atraviesa la atmósfera.
Según Delgado, el avistamiento fue «entre moderado y regular», pero suficiente para que más de un aficionado a la astronomía sacara el móvil y empezara a grabar. Y es que ver algo así desde Cuba no es cualquier cosa.
El lanzamiento ocurrió exactamente a las 9:17 pm, desde el Complejo de Lanzamiento 40 en Cabo Cañaveral, Florida. La misión: poner en órbita 28 nuevos satélites Starlink, con los que Elon Musk planea darle internet al mundo entero… incluso a zonas que aún hoy están desconectadas.
Lo curioso es que esta no es la primera vez que los cubanos ven pasar al Falcon 9. Ya el 1 de mayo, el propio Delgado había reportado un avistamiento desde Varadero, también con fotos incluidas. Aquel lanzamiento fue a las 9:51 pm, con el mismo tipo de carga.
En ambos casos, el entusiasmo fue inmediato. Cazadores de estrellas, fans de la tecnología y hasta curiosos sin mucha idea de lo que veían, todos coincidieron en una cosa: ¡el cielo se puso de fiesta!
Y ojo, porque este ritmo de lanzamientos no es casualidad. SpaceX anda en una racha tremenda, lanzando cohetes con menos de 48 horas de diferencia entre misiones. El 22 de abril, por ejemplo, se realizó la misión Bandwagon-3, visible desde casi toda Cuba gracias a una combinación de cielo despejado… y apagón masivo. Sí, la oscuridad ayudó.
Según el meteorólogo Ariel Maturell, estas misiones forman parte del programa Smallsat Rideshare, que permite a diferentes clientes enviar satélites en un solo vuelo. Así se abaratan costos y se maximiza el uso del Falcon 9, que por cierto, sigue siendo el cohete más confiable de SpaceX, a diferencia del enorme Starship que aún da sus tumbos.
En medio de los problemas cotidianos, ver un cohete cruzar el cielo cubano es casi un recordatorio de que afuera hay un mundo que sigue avanzando, explorando el espacio, conectando al planeta… y que, por un rato, hasta el cielo más apagado puede brillar.