En un mundo donde la escasez se ha vuelto casi rutina, un video en TikTok se ha vuelto viral, y no precisamente por ser algo positivo. Una joven cubana, conocida en redes como @briana_matancera, decidió compartir con sus seguidores lo que le tocó recibir por la libreta de abastecimiento, un sistema de racionamiento que, lejos de solucionar el problema, ha terminado por profundizar la miseria en la isla.
La escena es tan común que resulta hasta triste: la joven graba desde la bodega mostrando lo que llegó para abastecerse durante todo un mes. Arroz, frijoles negros, chícharos, azúcar morena y una compota para su hijo. Todo eso, se supone, debe durar para dos personas en un mes entero. La frase inicial de la cubana, «Llegaron los mandados a la bodega, mi amor», solo sirve para enmarcar la desolación del momento.
El video que reabre heridas
Lo que parecía ser un video cotidiano pronto se transformó en un debate furioso entre cubanos, venezolanos y usuarios de otras partes del mundo. Mientras que algunos se limitaron a observar con impotencia, otros no dudaron en expresar su rabia y frustración ante la realidad mostrada.
“Es una miseria. Luego hay que pagar por eso y encima lo limitan. Espantoso”, comentó un usuario, mientras otro disparaba sin piedad: “Qué asco de país”. Las comparaciones con Venezuela fueron inevitables, y las críticas al régimen cubano no tardaron en aparecer: “Esos son los conchuos aquí”, decía uno, mientras otro añadía: “Allá les llaman arvejas, pero esas vienen con concha”.
Lo más impresionante no fueron solo los productos racionados, sino las críticas directas a las autoridades. Un usuario se quejaba de los jugos donados por UNICEF que se venden en bodegas: “Venden los jugos que la UNICEF le regala a Cuba. ¡Qué vergüenza!”. El video no solo muestra la crisis material, sino también la corrupción que alimenta la desesperación de millones.
La realidad detrás de las críticas
Lo que muchos no entienden es que este video, más allá de la indignación, refleja una verdad incómoda para Cuba: la libreta de abastecimiento ha dejado de cumplir su propósito original hace mucho tiempo. “Esta libreta en cualquier momento la podemos tirar”, dice otro cubano en un video reciente, mientras muestra estanterías vacías y una cola interminable por arroz atrasado.
En otras palabras, los cubanos han dejado de esperar una solución real. Lo único que queda es la resignación, mezclada con el dolor de saber que el sistema no está solo fallando, sino que está condenando a generaciones a una vida de precariedad. Es un recordatorio constante de que, en muchos casos, el hambre y la escasez son más que necesidades materiales: son símbolos de un pueblo agotado por la injusticia.
Una bodega, mil historias
El video de @briana_matancera no es un caso aislado, sino más bien una postal recurrente para millones de cubanos. Desde las bodegas hasta las tiendas, la situación es la misma: la falta de productos básicos y la imposibilidad de cubrir necesidades mínimas se ha convertido en una constante. La libreta, que debería ser una solución, es ahora solo un recordatorio de todo lo que falta.
En este contexto, cada entrega de alimentos o productos en las bodegas se convierte en una excusa para el gobierno de mostrar algo que no es real. “Parece mentira. Nunca habían venido tantas cosas seguidas a la bodega. Pero viene el Primero de Mayo y hay que tenernos contentos”, dice otra cubana en un video viral, refiriéndose a los esfuerzos por maquillar la situación antes de fechas clave.
Entre la esperanza y el desgaste
Lo que comenzó como una simple grabación de TikTok terminó exponiendo lo que muchos callan: la miseria sostenida y la falta de soluciones. Para los cubanos, el dolor es el mismo, solo que ahora, además de la falta de alimentos, se suma el desgaste emocional de sobrevivir a un sistema que se ha olvidado de ellos.
Así, en medio de la indiferencia y la crítica, surge una pregunta que cada vez más personas se hacen: ¿cuánto más podrá resistir el pueblo cubano?