Luisito Comunica vuelve a sacudir las redes con una mirada sin filtros a la vida en Cuba, y lo hace con su estilo habitual: cámara en mano, caminando por las calles, conversando con la gente y mostrando lo que muchas veces los medios tradicionales prefieren no tocar. Su nuevo video, titulado “Las casas ‘gratis’ y el deporte en CUBA: una difícil realidad”, ya va corriendo como pólvora por YouTube, y no es para menos.
Desde el arranque, el influencer mexicano deja claro que no va a endulzar la cosa. Se mete en el corazón de La Habana y muestra la otra cara de las viviendas “gratuitas” que muchos cubanos habitan. Viejos edificios coloniales, derrumbes a medio paso, techos improvisados, paredes agrietadas y un nivel de precariedad que no se puede esconder ni con la mejor edición de video. Lo que para algunos suena como un beneficio estatal, Luisito lo traduce con claridad: “gratis en Cuba, muchas veces, es sinónimo de abandono total.”
Camina por barrios donde la gente vive apretujada, separando espacios con cortinas, compartiendo cocinas y baños en condiciones que te dejan frío. La realidad que capta su lente es fuerte, pero real, sin maquillaje.
También se mete en otro tema que siempre ha sido orgullo del país: el deporte. Pero lo que encuentra dista mucho del relato épico que solemos escuchar. Canchas olvidadas, falta de pelotas, implementos rotos o inexistentes y atletas que, con lo poco que tienen, siguen entrenando como pueden. Luisito no disimula su sorpresa y lo suelta sin pelos en la lengua: “Cuba fue una potencia deportiva, pero ver cómo entrenan hoy muchos atletas me dejó impresionado.”
La cosa no se queda ahí. El video también explora el universo de la religión y el arte en Cuba, mostrando esa resistencia cultural que todavía late fuerte. Desde presentaciones teatrales hasta ritos afrocubanos, Luisito destaca que, a pesar de todo, la cultura sigue viva, agarrada a lo que puede. Como él mismo dice: “La cultura es de lo poco que resiste con fuerza en esta isla.”
Como era de esperarse, las opiniones están al rojo vivo. Muchos le agradecen que muestre lo que otros callan. Otros lo tildan de oportunista o de retratar solo lo negativo. Pero lo cierto es que, una vez más, Luisito Comunica ha puesto a Cuba en el centro del debate digital, y eso, guste o no, tiene su impacto.
Ya antes había generado polémica con sus videos sobre el desabastecimiento y la dualidad monetaria en la isla. Ahora vuelve al ruedo, metiéndose en la candela con un enfoque que mezcla denuncia, curiosidad y cercanía con la gente. Y aunque algunos lo critiquen por tocar la herida, lo que muestra no se puede tapar con un dedo. En este nuevo capítulo, Luisito no solo documenta; también deja una pregunta flotando en el aire: ¿quién se está ocupando de la Cuba profunda, la de verdad?
