Un incendio dejó sin nada a una pareja de ancianos en Santiago de Cuba, luego de que intentaran cocinar con carbón dentro de su humilde casa. La tragedia, que por suerte no cobró vidas, sí arrasó con parte del poco patrimonio que tenían.
El suceso ocurrió a las 11:25 de la mañana en la avenida Céspedes, entre M y L, número 66, según compartió en Facebook Aris Arias Batalla, responsable de Operaciones y Socorro en Santiago. Allí vivían Juan José Hernández, de 73 años, y su esposa, quienes en medio de la escasez decidieron prender un anafre pegadito a la cama para prepararse algo de comer.
Una chispa bastó para encender la desgracia. Al parecer, el carbón chisporroteó y el colchón, viejo y seco como la caña en tiempo muerto, prendió candela al instante. El fuego consumió la cama, ennegreció la habitación y llenó todo de humo. El colchón quedó hecho cenizas. Por suerte, los dos abuelitos salieron ilesos, aunque con el alma hecha trizas por lo perdido.
Las imágenes compartidas en redes muestran el cuarto chamuscado, una escena que duele y que se ha vuelto demasiado común en esta Cuba donde cocinar se ha convertido en un desafío diario. Como dijo una usuaria: «Qué tristeza por esos abuelitos, pero bendiciones para los bomberos». Y otro comentario lo dejó claro: «¿Cuántas veces más tiene que pasar esto para que el Estado entienda que es más caro apagar fuegos que garantizar el gas?»
La realidad es que en muchas casas cubanas el carbón y la leña son la única opción. Entre apagones interminables y la escasez de gas licuado, a la gente no le queda de otra que improvisar cocinas de otro siglo, aunque eso signifique poner en riesgo sus vidas.
La crisis energética en Cuba no da tregua, y con cada fogón improvisado se enciende también una alarma. Cocinar se ha vuelto un lujo. Con los precios de los alimentos por las nubes y los apagones al acecho, la vida se hace cada vez más cuesta arriba para el cubano de a pie, sobre todo para los más vulnerables, como esta pareja que hoy lo ha perdido casi todo.