Amanda Sánchez, esa cubana que nos tenía acostumbrados a los filtros, la alegría contagiosa y un estilo que no pasa desapercibido, se quitó la coraza por un momento y nos dejó ver su lado más humano. Esta vez no hubo luces, ni música de fondo, ni frases motivacionales prefabricadas. Solo ella, su voz bajita y una confesión que caló hondo: “Hoy este video es para mí”.
Ese pequeño video en TikTok, que ya va sumando vistas como arroz en caldero, no fue un post cualquiera. Amanda se mostró sin maquillaje, sin poses, con los ojos algo húmedos y ese gesto tierno que la ha hecho tan querida. Y soltó sin rodeos: “Levantarme todos los días de la cama es una batalla, pero hoy fue extra”. No hizo falta decir más. Su sinceridad se sintió como un abrazo para muchos que, como ella, también tienen días donde hasta respirar duele.
Una ola de cariño y empatía llenó las redes, porque cuando alguien habla con el corazón, el eco es inevitable. “Mana, mi día hoy está como el tuyo, pero todo pasa”, le escribió una seguidora, mientras otra le soltó una directa con nombre y apellido disfrazado: “Tu brillo, tu inteligencia, tu carisma y tu personalidad es la que le molesta a Claudia, créeme”. Y ya tú sabes a quién se refería… Claudia Artiles, la actual pareja de Ultrack, su ex youtuber con el que Amanda vivió una ruptura más pública que discreta.
Pero Amanda no se quedó llorando en la esquina. Hace solo unas semanas, se dejó ver en Miami con un vestido rojo que hablaba por sí solo. Con una figura renovada y una sonrisa que parecía decir “estoy volviendo”, demostró que su cirugía estética no fue por vanidad, sino por autoestima. Porque a veces, cuando el alma está rota, uno necesita que el espejo también diga cosas lindas.
Detrás de esa mujer que baila en redes y arranca sonrisas, hay una madre de dos niñas que sigue creciendo en plataformas digitales sin perder el norte. Amanda no busca likes disfrazándose de lo que no es. Ella conecta porque se muestra sin filtros cuando más hace falta. Y lo volvió a hacer cuando cerró el video con una frase que, aunque cortica, pegó duro: “Me merezco algo bonito hoy”.
Y sí, Amanda, te lo mereces. Porque en un mundo donde tanta gente finge estar bien, tú decidiste mostrar que también se puede brillar con la tristeza en los ojos. Y eso, mi hermana, no cualquiera lo logra.