Desde bien tempranito en la madrugada del lunes, la lluvia cayó sin pedir permiso sobre el occidente cubano, trayendo no solo truenos y relámpagos, sino también un aire de incertidumbre en las zonas más vulnerables. La cosa se puso fea, y no es para menos: el Instituto de Meteorología (INSMET) ya había alertado que una vaguada frontal venía avanzando desde el sudeste del golfo de México, y ahora se está haciendo sentir con fuerza en nuestra tierra.
Aunque los especialistas esperan que el sistema pierda fuelle en su parte sur con el paso de las horas, la nubosidad en la región occidental sigue creciendo como espuma en olla de frijoles. La tarde pinta pasada por agua, con chubascos, lluvias y hasta tormentas eléctricas, sobre todo en las zonas costeras del norte.
Desde que salió el sol (aunque no se dejó ver mucho), el occidente ha estado bajo un cielo gris y cargado, y parece que la cosa no va a cambiar de pronto. Mientras tanto, en el centro del país el amanecer trajo nubes parciales, y el oriente despertó con menos nubosidad. Pero no se confíen: desde el mediodía también se espera que la lluvia se extienda a esas regiones, con tormentas dispersas, sobre todo en el norte y el interior.
La temperatura tampoco ayuda mucho. En la tarde los termómetros podrían marcar entre 32 y 35 grados Celsius, y en algunos puntos más calurosos del interior, la cosa puede subir aún más. Por la noche, el fresco no será tan generoso: se espera que las mínimas ronden entre los 23 y 26 grados, con brisas variables y suaves que apenas alivian el calor.
¿Y el mar? Bueno, la costa norte oriental tendrá oleaje, mientras que el centro y sur del oriente verán poco oleaje. En el resto de las costas se podrá decir que el mar está tranquilo, aunque ojo: si cae una tormenta, los vientos pueden arreciar y las olas crecer de golpe, así que mejor no confiarse.
Esta situación en Cuba va de la mano con lo que está pasando al sur de Florida, donde un sistema de baja presión y una banda frontal desorganizada están arrastrando tremenda humedad, generando lluvias intensas y tormentas eléctricas de a peso. En esa zona, las lluvias podrían llegar hasta los 15 centímetros en algunos lugares, y lo peor es que gran parte del área está en sequía severa, por lo que el agua no se absorbe bien y el peligro de inundaciones es mayor.
En ambos lados del estrecho, las autoridades están pidiendo a la gente que se mantenga al tanto y tome precauciones, sobre todo en barrios y comunidades donde cualquier chubasco fuerte puede convertirse en un problema serio.
Y mientras tanto, los satélites ya muestran cómo las precipitaciones están azotando con ganas a la provincia de Matanzas y a la Isla de la Juventud, dejando claro que el temporal no ha dicho su última palabra.