Con el calor apretando sin piedad y los aguaceros cayendo a deshora, Cuba se encuentra en alerta por un posible repunte de enfermedades diarreicas agudas (EDA). Y es que este cóctel climático es perfecto pa’ que bacterias, virus y parásitos hagan fiesta en el cuerpo humano.
Desde Guantánamo, el semanario Venceremos sacó a relucir el tema y no es para menos. Las EDA son cosa seria, sobre todo para quienes ya tienen la salud delicada. Niños pequeños, abuelitos, embarazadas y personas con padecimientos crónicos son los más vulnerables. Cuando estas infecciones entran en escena, pueden provocar desde una simple flojera hasta una deshidratación que te tumba en cama.
Sistema de salud en jaque… y en el peor momento
El problema no llega solo. La crisis del sistema de salud cubano le pone sal a la herida. Cada día escasean más los médicos, los medicamentos y hasta las condiciones mínimas para atender a la gente. Consultorios con goteras, hospitales sin insumos y colas eternas son ya el pan de cada día.
El agua: bendición y peligro a la vez
Si algo hay que tenerle el ojo puesto es al agua. Porque sí, sin agua no hay vida, pero tampoco hay nada más traicionero cuando está contaminada. La lluvia arrastra de todo, y en época de sequía el almacenamiento casero mal hecho también mete la pata.
Por eso, los especialistas no se cansan de repetirlo: si no estás seguro del agua que vas a beber, hiérvela o échale cloro, como manda el librito. No se trata de paranoia, sino de sentido común con sabor a prevención.
Higiene, hermano… higiene por todos lados
Como estas enfermedades se propagan sobre todo por la vía fecal-oral (sí, suena feo pero es la verdad), la higiene tiene que ser una prioridad. Lavarse bien las manos con agua limpia y jabón —antes de comer, después de ir al baño, después de tocar animales, etc.— no es un lujo, es supervivencia.
Lo mismo va para los alimentos: lavarlos, cocinarlos bien, refrigerarlos y manipularlos con cuidado, que cualquier descuido puede terminar en tremendo malestar. Y por favor, nada de dejar la basura al aire libre ni permitir que las moscas hagan su fiestecita encima del picadillo.
¿Y si ya caíste en cama? Actúa rápido
Si alguien en casa empieza con fiebre, diarreas, vómitos o dolor en el estómago, no lo dejes pasar como si fuera un simple empache. Hay que hidratar al enfermo lo más pronto posible, y si no tienes Sales de Rehidratación Oral a mano, puedes prepararlas tú mismo con agua hervida, un poco de sal y azúcar.
Ahora, eso no sustituye al médico. Esa solución es solo para aguantar el golpe hasta que te atiendan en serio. Así que si los síntomas siguen o empeoran, ve derechito al policlínico, sobre todo si se trata de alguien frágil.