En Cuba, tener una conexión decente a internet es casi un lujo. Por eso, cuando se empezó a hablar de Starlink —el internet satelital de Elon Musk— como una opción para esquivar la lentitud de ETECSA, muchos cubanos se entusiasmaron. Pero como era de esperarse, el régimen no lo celebró. Todo lo contrario: ahora acusa a Starlink de estar violando cuatro leyes estadounidenses y de operar ilegalmente en la isla.
La denuncia la hizo nada menos que la Unidad Presupuestada Técnica de Control del Espectro Radioeléctrico (sí, ese es el nombre completo), un organismo estatal que colgó un mensaje en su Facebook advirtiendo sobre los supuestos delitos de Starlink. Lo llamaron “bandido digital”, y básicamente dijeron que SpaceX está burlando las reglas gringas y las internacionales para darle internet a los cubanos por debajo del radar.
La publicación, titulada con ironía “Starlink en Cuba. ¿Rompiendo leyes o rompiendo barreras?”, no fue nada sutil. Cuestionaron por qué Estados Unidos supuestamente se hace de la vista gorda mientras SpaceX cobra suscripciones desde terceros países y entrega sus equipos satelitales sin pedir permiso a nadie.
📜 Las 4 leyes gringas que, según el régimen, Starlink está violando
- Regulaciones de Control de Activos Cubanos (CACR):
Según Cuba, Starlink está cobrando suscripciones a través de intermediarios, algo que estaría prohibido por la OFAC si no hay una autorización oficial. - Ley Helms-Burton (1996):
Si un terminal Starlink se instala en una propiedad confiscada tras 1959, podría abrir la puerta a demandas millonarias en EE. UU. ¡Como para salir en “Caso Cerrado”! - Ley de Reforma del Control de Exportaciones (2018):
Los equipos Starlink se consideran tecnología de uso dual (civil y militar), y eso exige licencia de exportación… cosa que, según La Habana, nunca pidieron. - Reglas de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT):
Para operar legalmente, cualquier servicio debe tener la autorización del país donde se use. Y adivina: en Cuba no la tienen.
El post de la UPTCERCuba también se quejó del doble rasero de las leyes estadounidenses. Dicen que mientras un banco es multado por enviar 50 dólares a un cubano, a SpaceX no le dicen ni “pío” por meter tecnología de alto valor sin control.
🌐 ¿Starlink: esperanza o amenaza?
Más allá del legalismo, el régimen refuerza con esto su mensaje: “el internet es un derecho, pero solo si lo controla el Estado”. Lo que realmente preocupa al gobierno no son las leyes gringas, sino que los cubanos puedan conectarse sin pasar por ETECSA.
En abril ya habían decomisado más de 20 terminales Starlink en el Aeropuerto José Martí. Algunos se vendían en Revolico por hasta 2,000 dólares. Para las autoridades, estos dispositivos son una “amenaza a la soberanía” del espectro cubano… pero para muchos ciudadanos, representan libertad digital.
Y como es costumbre, el Estado no solo los decomisa, sino que lo publica con orgullo. Así continúa la cruzada contra todo lo que huela a autonomía tecnológica. Porque si hay algo que el régimen no soporta, es perder el control… incluso del Wi-Fi.