La influencer cubana Daniela Reyes se quitó la máscara digital por unos minutos y habló con el corazón en la mano. En una serie de historias en su cuenta de Instagram, la creadora de contenido dejó claro que lo que se muestra en redes no siempre refleja la realidad, y que detrás de cada foto linda o video alegre, muchas veces hay batallas silenciosas que nadie ve.
Daniela comenzó diciendo que, aunque siempre intenta compartir cosas positivas, motivadoras o divertidas, no quiere que su público se haga una idea equivocada de su vida. “Uno se cuida mucho, uno mantiene su propia burbuja… y aunque soy abierta con ustedes, siempre trato de traer solo cosas lindas. Pero las redes sociales no son la vida real”, dijo visiblemente conmovida.
La influencer, que desde hace unos meses vive en Estados Unidos, rompió en llanto al hablar del duro proceso migratorio que está atravesando. “Este proceso ha sido súper duro para mí… solo yo y mis padres sabemos lo que hemos pasado”, confesó, antes de cortar la grabación para recomponerse. En ese momento, Daniela no era la influencer con miles de seguidores: era una joven cubana más, lidiando con el peso emocional del exilio.
A pesar de tener una vida que muchos considerarían privilegiada, Daniela explicó que eso no la hace inmune a los desafíos personales. “Estoy feliz, agradecida, tengo una vida llena de bendiciones, pero no deja de ser difícil”, confesó entre lágrimas. Una frase que tocó el alma de muchos de sus seguidores, acostumbrados a verla siempre sonriente.
La creadora de contenido también explicó que su trabajo la obliga a mantener una imagen positiva en redes: “Mi publicidad tiene que ser alegre, divertida, mostrarles cosas lindas. Pero eso no significa que no tenga mis propios procesos. Todos pasamos por momentos duros, aunque no siempre lo mostremos”.
Y como broche final, lanzó un mensaje que resonó con fuerza: “Todo el mundo tiene sus batallas. No se olviden de eso”. Una frase sencilla pero poderosa, que nos recuerda que detrás de cada influencer hay una persona real, con emociones, con luchas, con días buenos y otros no tanto.
La sinceridad de Daniela fue tan impactante que sus seguidores no tardaron en llenar sus mensajes de apoyo, admiración y cariño. Porque sí, todos necesitamos una pausa de vez en cuando, y esta vez fue ella quien la pidió.