Si hay alguien en Cuba —y en la diáspora— que no necesita permiso pa’ decir lo que piensa ni esconder lo que hace, esa es La Diosa. Esta semana volvió a hacer temblar las redes con un anuncio que dejó a más de uno con la boca abierta: se va a hacer un rejuvenecimiento vaginal, y lo contó como quien te dice que se va a hacer las uñas.
En un video que subió a su Instagram, con su estilo directo y sin pelos en la lengua, soltó la bomba: “Me decidí por este procedimiento porque me va a ayudar tanto por fuera como por dentro”. Y sí, lo dijo sin filtro, como siempre.
La cantante, que ya va por los 44 años y es madre de Axel y Reychel, explicó que el tratamiento le aportará más elastina y colágeno en la parte externa, mejorando la apariencia, y que en lo interno ayudará a estrechar la zona, combatir la resequedad y mejorar la lubricación. Y como si fuera poco, también le servirá para aliviar problemas de incontinencia urinaria y eliminar la flacidez que, con el tiempo, se hace inevitable.
Sus fans no se hicieron esperar. En los comentarios hubo de todo: risas, halagos, y mucho amor. Uno le soltó: “Te vas a estrenar chochi, se salvó tu esposo”, mientras otro lanzó un “Ay, Rey El Mago, prepárate, que lo que viene es candela”. Y es que su pareja, Reinier Miguélez, conocido como Rey El Mago, seguro no se lo esperaba como regalo de temporada.
Pero más allá del chucho y la polémica, lo que está haciendo La Diosa es romper el silencio sobre temas que muchas mujeres aún viven con vergüenza. En un país donde la sexualidad femenina ha estado más censurada que el internet, ella llega, lo suelta y deja la puerta abierta para hablar sin miedo. Porque sí, en la Cuba de los apagones y los prejuicios, hablar de placer y salud íntima todavía es tabú. Y ella, con su voz potente, viene a tumbar ese muro también.
Desde que pisó suelo americano a inicios de 2023, gracias al parole humanitario, La Diosa ha sido puro cambio. Se hizo una cirugía bariátrica, perdió peso, se operó, cambió el color de sus ojos, compró una casa de revista y un Cadillac Escalade, se metió a estudiar inglés y sigue tirando música como si no hubiera un mañana. Todo eso, sin perder ni una pizca de esa esencia que la ha convertido en ícono.
Ahora, con este nuevo paso, nos recuerda que el cuerpo también merece cariño y atención, sin pena ni juicio. Lo que para algunos puede sonar a “locura”, para ella —y muchas otras— es una forma de tomar el control y sentirse bien consigo misma.