Una rastra refrigerada, cargada hasta los topes y con el sello bien visible de Richmeat, se metió en tremendo lío este martes 13 de mayo en la carretera de Majibacoa, allá por Las Tunas. Según contaron los testigos, el remolque se arqueó de forma escandalosa y terminó bloqueando buena parte del camino. Las imágenes no tardaron en reventar las redes sociales, donde se escucha a una mujer soltando con resignación: “¡Ay, va cargada de cajas de pollo!”.
Por suerte, no hubo que lamentar heridos, pero eso no evitó que el video se hiciera viral ni que se encendieran las especulaciones en Facebook. Muchos apuntan el dedo al mal estado de las carreteras o a que el camión venía pasado de peso y con la carga mal distribuida. Lo cierto es que la escena, ocurrida en la zona conocida como Blanca Rosa, dejó más de un conductor echando para atrás con miedo de quedarse atascado.
Al ladito del camión accidentado, se veía otro de la misma empresa, como si lo estuviera escoltando. Un par de triángulos de seguridad y varios curiosos —en moto y a pie— completaban el paisaje de un accidente que paralizó el tráfico por buen rato.
Y claro, el nombre Richmeat no pasa desapercibido. Aunque la pintan como una empresa 100% mexicana, muchos en Cuba sospechan que es más bien una cara bonita del régimen, disfrazada de inversión extranjera. Su producto estrella, el picadillo “El Cocinerito”, es famoso no por sabroso, sino por ser tema de quejas y memes.
La historia de Richmeat en Cuba arranca en 2020, cuando fue la primera extranjera en montarse en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel. En sus buenos tiempos, sacaba 3,000 toneladas de picadillo al mes, pero ahora va por poco más de 2,000. Igual, el gobierno le sigue tirando flores: la premiaron como “Vanguardia Nacional” por tercer año consecutivo, algo que muchos no entienden, viendo la escasez y la calidad del producto.
En noviembre de 2023, abrieron una segunda planta para hacer salchichas, y en marzo de 2025 tomaron las riendas de la “Tienda de Productos Cárnicos La Favorita”, en alianza con Tiendas Caribe. Todo esto mientras la gente sigue echando chispas por lo que les llega al plato. Y no olvidemos aquel escándalo en 2022, cuando un cliente encontró una rana dentro de un paquete de picadillo. ¡Pa’ no creerlo!
Pero volvamos al accidente. Este no es el primer caso ni parece que será el último. En enero de este mismo año, una rastra llena de pollo se volcó en Río Piedras, Guanabacoa, armando el corre-corre entre los vecinos. Un año antes, otro camión dejó el pollo regado por una cuneta en Las Tunas. Y si echamos para atrás hasta 2021, una rastra que iba de Las Tunas a Camagüey terminó patas arriba, y los vecinos aprovecharon para llevarse unas cajitas “por si acaso”.
Todos estos sucesos apuntan a lo mismo: el transporte de alimentos en Cuba está haciendo aguas por todos lados. Calles rotas, camiones sobrecargados, falta de mantenimiento… una receta perfecta para el desastre. Y mientras tanto, el pueblo sigue esperando que el pollo llegue, aunque sea en una pieza.