Desde bien temprano este lunes, las autoridades en Santiago de Cuba salieron al paso de unos comentarios que venían sonando fuerte en redes sociales: ¿se va a vender el gas licuado en MLC? ¿Van a quitar el pan normado para los adultos? Pues según los jefes del Gobierno Provincial, todo eso es puro cuento. Así lo dejaron claro durante una reunión presidida por el gobernador Manuel Falcón Hernández, donde recalcaron que esos rumores no tienen ni pies ni cabeza.
El canal TeleTurquino fue el encargado de compartir la nota en su perfil oficial de Facebook, aclarando que el objetivo del encuentro era, supuestamente, poner a la prensa al día sobre la situación de productos básicos, especialmente el gas y la harina, dos ingredientes que se han vuelto casi tan escasos como el papel sanitario.
Durante la reunión también se habló —porque hablar, hablan bastante— de la escasez de granos, aseo personal y otros insumos básicos que no terminan de llegar a los hogares santiagueros. Y mientras tanto, el pueblo sigue guapeando el día a día sin saber cuándo podrá encender la hornilla sin miedo a que se acabe el gas.
Según la nota de TeleTurquino, el encuentro sirvió como “compromiso” para mejorar la transparencia informativa desde las instituciones. Prometieron que ahora sí van a mantener al pueblo bien informado a través de los medios locales como el canal provincial, el periódico Sierra Maestra y la emisora CMKC Radio Revolución. Pero una cosa es prometer, y otra cumplir.
Porque al final, lo que muchos se siguen preguntando es lo que nadie en esa reunión supo decir: ¿cuándo va a llegar el gas a las casas? ¿Y en qué momento el pan normado dejará de ser un fantasma que aparece un día sí y cinco no?
El gobernador pidió a la gente que solo se informe por canales oficiales, para no caer en “bolas” y fake news que lo único que hacen es meter más ansiedad. Pero ya sabes cómo es esto: si no das respuestas claras, la gente busca las suyas, como pueda.
En redes sociales, la reacción no se hizo esperar. La usuaria Yaimara Rodón soltó una joyita de sarcasmo: “La información es que informaron sobre las informaciones, que se darán para informar lo ya informado. Síganlos para más informaciones.”
Otra internauta, Mercedes Leyva Campbell, preguntó sin filtros: “¿Pero cuál es la información importante? Porque en realidad no nos han informado nada y seguimos sin saber cuándo volveremos a tener gas, arroz…”
Y Toni Milian lo dijo con toda la guasa criolla: “¿Pero cuál información? No entendí la información. Dime la información. ¿Dónde está la información? Atentamente, la información.”
Mientras tanto, fuera del discurso oficial, la realidad sigue picando. La activista Yamilka Lafita, conocida en redes como Lara Crofs, compartió desde el reparto Guiteras, en La Habana, que en su zona el gas licuado brilla por su ausencia desde hace meses. Dijo que cocinar se ha convertido en un acto de malabares, y que hasta vecinos desde el extranjero están tratando de enviar ayuda a sus familiares mayores, porque la cosa está color de hormiga.
Lafita hizo una búsqueda rápida en redes y se encontró con que una balita de gas puede costar hasta 37 mil CUP, dependiendo si está llena o vacía. Eso es un palo directo al bolsillo, sobre todo en medio de tantos rumores de que podrían empezar a vender el gas en dólares. Y como si eso fuera poco, lanzó una crítica al Gobierno bien directa: “¿Cómo vamos a sobrevivir en este país, sin comida, sin electricidad, sin gas, sin transporte, sin agua…? Presidencia Cuba, Díaz-Canel, ¿alguna idea que no sea llevar a la población al exterminio?”
Por su parte, el gobierno ya reconoció oficialmente el desabastecimiento en provincias como Sancti Spíritus, alegando que hay “dificultades objetivas” para garantizar el suministro. Y por si quedaban dudas de lo grave del asunto, CUPET confirmó que hace semanas no atraca un solo barco con gas en la isla, lo que ha provocado un apagón logístico a nivel nacional.
Esto ha obligado a miles de familias a volver a los métodos de cocina de hace 100 años: leña, carbón, cocinas eléctricas rotas… lo que aparezca. Y cuando aparece.
La crisis del gas en Cuba ya no es solo un tema doméstico, es una muestra del deterioro brutal del sistema de distribución de recursos esenciales. Un reciente reportaje gráfico lo dejó claro: prender fuego para cocinar se ha vuelto un acto de supervivencia, marcado por el humo, la carencia y un entorno cada vez más precario.