Como si no bastara con los dolores de cabeza del día a día, este fin de semana ETECSA volvió a hacer de las suyas. El monopolio estatal de las telecomunicaciones en Cuba reconoció que hay una nueva avería en la red móvil, afectando tanto llamadas como datos móviles. La noticia no sorprendió a nadie, pero sí encendió las redes (cuando funcionan) con quejas y memes de los usuarios que ya no saben si reír o llorar.
En una escueta publicación, la empresa anunció que “se trabaja en el diagnóstico para dar solución”, y como siempre, pidió que la gente esté pendiente de sus canales oficiales. O sea, que se aguante con paciencia y no proteste mucho.
Lo curioso es que esta falla llega menos de 24 horas después de otro apagón tecnológico en Matanzas. Allí, un problema con el grupo electrógeno del Centro de Telecomunicaciones de Unión de Reyes dejó a varias localidades sin servicio de telefonía fija ni datos móviles. Entre los municipios más afectados estuvieron Unión de Reyes, Pedro Betancourt, Jaguey Grande y Ciénaga de Zapata. Solo unos pocos lugares como Cidra o Bolondrón se salvaron del apagón.
La cosa no es nueva. Ya hace un mes, Kevin Castro Rodríguez, uno de los directivos de la compañía, confesó que la empresa se quedó sin divisas para mantener el ritmo de inversiones tecnológicas que traía hasta 2022. Sin plata, no hay antenas nuevas ni mejoras en la red. Así de sencillo.
Según él, la tormenta perfecta se armó con varios factores: más demanda de servicios, menos ingresos en moneda dura, antenas ilegales que interfieren y, por si fuera poco, un aluvión de vandalismo contra la infraestructura. En La Habana, por ejemplo, ya van más de 50 incidentes graves entre 2024 y lo que va de 2025. Se han reportado desde cortes de fibra óptica hasta torres derribadas, con algunos casos tildados por ETECSA como “actos contrarrevolucionarios”.
Sin embargo, más allá del sabotaje, lo que está claro es que el modelo económico que sostenía al gigante se está cayendo a pedazos. Las recargas internacionales ya no entran como antes, los servicios en MLC han bajado, y la empresa ha tenido que redirigir lo poco que tiene para apagar fuegos en vez de avanzar.
Desde la dirección territorial sur, Pedro Luis Lozada Morales explicó que los planes de inversión para este año están prácticamente en pausa, porque todo el esfuerzo se está yendo en reparar lo que se rompe. En otras palabras, la modernización de la red está en veremos, y mientras tanto, el servicio sigue dando pena.
La gente lo siente a diario: Transfermóvil se cae a cada rato, los datos móviles van a paso de tortuga, y las llamadas se cortan más que una novela cubana. El número de usuarios sigue creciendo, el consumo de datos se dispara, y la red no da abasto. Es como querer meter a toda la Habana en una guagua de las viejas… simplemente no hay manera.
Aunque ETECSA insiste en que está comprometida con la «mejora continua», la realidad es otra. La conectividad en Cuba está tambaleándose, y mientras no haya inversión seria ni un cambio en el modelo de gestión, la calidad del servicio seguirá en picada.
