¡Asere, lo que se ha formado en las redes no es juego! Un video de la influencer cubana Azúcar de Cuba (@www.tiktok.com.azucar) ha dejado a medio mundo con la boca abierta. La muchacha, mientras daba un paseíto por las afueras de La Habana, se tropezó con un agromercado que parece más de Miami que de Marianao.
En las imágenes, que ya son virales en TikTok, se puede ver una variedad de productos que en Cuba parecen tesoros escondidos. Desde aguacates del tamaño de una cabeza hasta frijoles gringos, mamey jugoso, manzanas brillantes y confituras de película, todo expuesto como si estuvieras en Publix o en Whole Foods. Y no es cuento.
La joven asegura que el hallazgo fue pura casualidad. Como quien va por su camino y ¡pum!, se encuentra con un oasis agrícola en medio del desierto económico cubano.
Pero claro, el cubano es curioso y desconfiado por naturaleza, y las redes se calentaron. Mucha gente empezó a tirarle que eso no era en Cuba, que el video era montaje, que cómo va a haber esa cantidad de comida en pleno 2025, con lo mal que están las cosas.
Azúcar no se quedó callada. Con tremenda molestia grabó otro video para aclarar el asunto. “Mira, yo no tengo que inventar ni poner un video que no sea de aquí”, dijo con tono directo. “Si tú hace años no vienes a Cuba, no me vengas con la bobería. Aquí hay de todo, lo que pasa es que es tan caro que parece chiste”.
Y lo explicó clarito: el sitio está “subiendo por 114, pasas la CUJAE, cruzas Boyeros, coges la carretera central y, un kilómetro más allá, te lo vas a topar de frente como quien choca con la verdad”. Lo dijo así, con esa energía que la caracteriza, porque lo que más le molestó fue que la llamaran mentirosa.
Ahora bien, lo que más ha dolido no es la existencia del lugar, sino el hecho de que muy pocos pueden comprar ahí. Como dijo la propia Azúcar de Cuba, “eso es para el que tiene billete”, porque el cubano promedio no puede darse el lujo de llevarse ni medio limón.
Las imágenes dejan en evidencia una Cuba partida en dos: la del que puede comprar comida sin mirar el precio, y la del que pasa trabajo hasta para echarle algo al plato. Es el contraste diario entre la escasez extrema y la abundancia escondida tras las rejas de los mercados privados.
La realidad es que, sí, en Cuba hay comida… pero no hay dinero. O mejor dicho, no hay acceso para todos. Los precios están por las nubes, y mientras unos pueden hacer la compra con dólares o MLC, la gran mayoría sobrevive con un salario en pesos que no alcanza ni para el desayuno.
Este video, más que mostrar frutas y vegetales, destapó la olla de presión social que vive la isla. Porque en un país donde comer se ha convertido en un privilegio, no es raro que ver una bandeja de manzanas cause más impacto que una noticia política.
Y así vamos, entre mercados fantasmas y TikToks que revelan más de la realidad cubana que cualquier noticiero. Como dijo la influencer con sabrosura, “aquí no falta comida… falta dinero y voluntad pa’ que llegue a todo el mundo”.
