Amanda Sanz anda viviendo su mejor momento, de esos que se notan en la cara y en el cuerpo. La cantante e influencer cubana, que últimamente no para de dar de qué hablar, sorprendió a sus seguidores con una foto en Instagram donde aparece luciendo un conjunto blanco que deja al descubierto su abdomen plano y trabajado. Una imagen que no solo dejó claro que está más segura que nunca, sino también que su transformación física la tiene de lo más feliz.
«@ae.plasticsurgerymiami pero ¿y este cuerpazo?», soltó Amanda con picardía en el pie de foto, sin tapujos y dejando claro que el resultado del bisturí —y quizás también de mucho gimnasio— le encanta.
Pero lo que verdaderamente encendió la pista fue un comentario que vino directo del músico Celle Music, quien reaccionó con complicidad a la publicación. Amanda, sin pensarlo mucho, le respondió, y esa pequeña interacción bastó para que los seguidores empezaran a sacar cuentas y armar teorías.
Todo esto llega justo después de que, durante un reto en vivo en TikTok, Amanda soltara que está comenzando una nueva relación. Con una sonrisa traviesa y sin soltar prenda sobre el nombre del afortunado, confesó entre risas: «Estoy embarcada«, dejando a todos con más preguntas que respuestas. Y claro, cuando le lanzaron directo el nombre de Celle, ella hizo la de siempre: esquivar y sonreír.
Desde ese momento, el radar del chisme se activó. Las señales están ahí, y aunque nadie ha confirmado nada, todo parece apuntar a que hay más que una amistad entre Amanda y el artista urbano.
Para quienes la siguen desde hace tiempo, saben que Amanda viene de una relación pasada con el creador de contenido Ultrack, padre de sus dos hijas. Pero ahora, con ese capítulo cerrado, la artista parece enfocada en ella, en su crecimiento, su salud y su felicidad. Y se le nota, vaya que se le nota.
Mientras la esperada foto del «sí, estamos juntos» no llega, Amanda prefiere dejar que su Instagram hable por ella. Y lo hace bien. Cada vez que sube algo, demuestra que está más empoderada, más linda y más segura que nunca. Sin necesidad de decir mucho, ella sigue brillando… y de paso, enredando corazones por el camino.