Lo que cayó este miércoles entre Colón y Calimete no fue poca cosa. Un fenómeno atmosférico de los que no se ven todos los días en Matanzas se soltó con furia sobre la zona de la Laguna Las Piedras, tumbando sin compasión nueve postes del tendido telefónico de ETECSA y dejando a más de uno con el corazón en la boca.
Según el grupo especializado Vigilancia Tropical, no se trató de un tornado, como muchos pensaron al ver el caos, sino de una aeroavalancha con vientos lineales entre 70 y 80 km/h, acompañada de un aguacero que dejó más de 100 milímetros de lluvia en menos de dos horas. Eso, en buen cubano, fue un palo de agua con ganas y categoría de Tormenta Local Severa (TLS).
La estación meteorológica de Colón lo confirmó todo: el cielo se rompió en dos y la tierra tembló con el ventarrón. La escena, como era de esperarse, corrió como pólvora en redes sociales, donde algunos se apresuraron a decir que había sido un tornado. Claro, el típico “rabo de nube” que cualquier guajiro reconoce a la legua.
Pero no, los expertos bajaron los humos. Explicaron que no hubo embudo ni señales de rotación, así que lo del tornado quedó descartado. Como aclaró el colega Henry Delgado Manzor a través del periódico Girón, eso que algunos llaman «tromba en altura», mientras no toque el piso, no se clasifica como tornado. Y si baja, pues ahí sí es otra historia: tornado si es en tierra, tromba marina si cae sobre el agua.
Por suerte, aunque los postes se fueron al piso, el servicio telefónico no se interrumpió. Las brigadas de linieros de ETECSA se activaron en tiempo récord, dándole candela a los trabajos para devolverle la vida al tendido. Los hombres se fajaron bajo el barro y la lluvia, como buenos cubanos, sin parar hasta que todo estuviera de nuevo en su sitio.
Todo esto pasó justo en un momento en que ETECSA ya andaba con el parche puesto, reportando fallos en sus servicios de voz y datos en toda la isla. Aunque no se ha dicho oficialmente que los postes caídos en Colón tengan relación directa con esa caída nacional, la coincidencia ha desatado tremenda ola de comentarios en redes sociales. Ya tú sabes cómo se pone el cubano con una pizca de sospecha.
Y es que en los últimos años Matanzas ha sido escenario repetido de eventos climáticos bravos. No es la primera vez que una zona central se ve sacudida por tornados o trombas marinas, como aquella de junio de 2024 que todavía muchos recuerdan con escalofríos.