Una familia cubana vive momentos de profunda angustia tras la desaparición de Vicente Figueredo Torres, un hombre que salió el pasado lunes 12 de mayo rumbo a un banco en Guanabacoa… y desde entonces, no se ha sabido más nada de él.
La denuncia fue lanzada a gritos —aunque digitales— por su sobrina, Lennis Tamayo, a través del grupo de Facebook «Personas desaparecidas o perdidas en La Habana». Desde allí, pidió con el alma en la mano que la gente comparta la publicación, a ver si alguien ha visto al señor Vicente en algún rincón de la ciudad.
“Mi tío no es de irse así sin avisar, esto no es normal”, comentó Lennis, visiblemente afectada en su mensaje. Contó que el hombre, oriundo del municipio Pilón, en la provincia de Granma, estaba de visita en la capital cuando ocurrió lo impensable. Vestía un pantalón negro y un pulóver gris —aunque otros dicen que tal vez era blanco— cuando salió a hacer una diligencia bancaria. Y ahí se le perdió el rastro.
Ya han pasado varios días y el silencio sigue siendo el mismo. La preocupación crece con cada hora que pasa, porque Vicente no tenía por costumbre desaparecer así como así, sin dejar señales ni hacer una llamada.
La familia no se ha quedado de brazos cruzados. Han dejado varios teléfonos habilitados para que cualquier persona que pueda tener alguna pista, por pequeña que sea, se comunique de inmediato. También están pidiendo que, si alguien lo ha visto o sabe algo, lo reporte directamente a la Policía.
Las redes sociales han empezado a moverse. Cientos de personas han compartido la publicación con la esperanza de que, entre todos, se logre dar con el paradero de este señor granmense que hoy tiene a su gente con el alma en vilo.
La Habana es grande, pero la solidaridad de los cubanos lo es más. Y cuando una familia pide ayuda como ahora, lo que toca es multiplicar los ojos y prestar atención. Ojalá que pronto haya buenas noticias y Vicente regrese a casa, donde lo esperan con el corazón en la mano.
