Un video que ha corrido como pólvora por las redes sociales ha dejado a medio mundo con el corazón encogido y la sangre hirviendo. Las imágenes muestran un acto de violencia brutal en plena calle habanera, y han provocado un aluvión de reacciones entre cubanos tanto dentro como fuera de la isla.
El clip, compartido inicialmente por la página Cubanos por el Mundo, deja ver una escena que cuesta creer: el chofer de un almendrón descapotable —de esos coloridos que pasean turistas por la ciudad— agarra por el pelo a una anciana sentada en la parte trasera del carro y, sin el más mínimo pudor, le suelta dos tremendos manotazos en la cara. Como si estuviera sacando la basura.
Al lado de la señora, se ve otra mujer —que bien podría ser familiar— en pleno forcejeo con ella. El momento es confuso, tenso, doloroso de ver. Y para muchos, injustificable desde cualquier punto que se mire.
«Lo que sentí fue rabia e impotencia», escribió en su cuenta de Facebook la activista Glenda Rancaño, quien ayudó a amplificar el video. “Esa bestia golpeó a la señora como si fuera un saco. ¡Por favor, que lo identifiquen! Ese tipo es un delincuente y un abusador”, soltó, visiblemente conmocionada.
“¡No me muerdas!”, se escucha gritar a la mujer que va con la anciana, mientras la escena continúa desarrollándose entre gritos, forcejeos y un público que, en vez de intervenir, se limita a grabar y comentar desde el borde de la acera.
Las redes, por supuesto, estallaron.
«¿Dónde está la humanidad?», preguntó una usuaria. «Tanto grabar y nadie mete la mano, nadie separa, nadie protege a esa viejita», lamentó otro. Varios pidieron rastrear al agresor a través de la chapa del vehículo, que aparece claramente en el video, y muchos están convencidos de que no debe ser difícil dar con él, ya que ese mismo almendrón sale a menudo en videos musicales filmados en La Habana.
El rapero Michael Marichal fue uno de los que se pronunció: “Muy fácil dar con él. Esos carros tienen zonas fijas donde paran. Solo hay que ir a buscarlos”.
Muchos internautas han especulado que tanto el hombre como la mujer que acompañaba a la anciana podrían ser familiares. Otros creen que simplemente eran desconocidos transportando a la señora, quien aparenta tener alguna condición médica. Sea como sea, nada justifica el nivel de agresión mostrado.
La escena se vuelve más escalofriante cuando se escucha a una persona entre los curiosos decir con tono burlón: “¡Tremendo galletazo le dio a la vieja!”. Una frase que, lejos de ser graciosa, refleja la triste normalización de la violencia en algunos contextos.
A pesar del shock que causó la escena, en el video también se oyen voces que enfrentan al agresor. Le gritan “¡Abusador!”, le dicen que no tiene vergüenza, pero el hombre se muestra desafiante, como si no tuviera nada que temer.
El clamor ha sido claro y contundente: ese abusador tiene que pagar. Con el video como prueba y la matrícula del carro visible, muchos piden que se le denuncie ante las autoridades. Aunque algunos dudan que ocurra algo en un sistema donde estos casos muchas veces quedan impunes, otros mantienen la esperanza de que la presión social haga su trabajo.
“La humanidad se fue de vacaciones hace rato”, escribió una usuaria con profunda tristeza. Pero mientras haya personas dispuestas a denunciar y a no quedarse calladas ante el abuso, tal vez aún quede un rayito de esperanza.