Este domingo amaneció con mal augurio para los cubanos: ocho termoeléctricas fuera de servicio, una demanda de energía que supera con creces lo disponible y la promesa —ya casi costumbre— de apagones prolongados a lo largo del día.
La Unión Eléctrica (UNE) ya lo había avisado desde temprano: se pronostican hasta 1615 MW de afectaciones en el horario pico, una cifra que no deja mucho espacio para el optimismo. El sábado, para colmo, no hubo ni un respiro; la isla estuvo sin corriente todo el día, y la afectación máxima fue de 1638 MW, superando incluso lo que se había previsto.
Centrales fuera, motores parados y el sol que no da abasto
Este domingo pinta igual de oscuro. Están rotas —o en reparación— varias unidades clave: la 3 de la CTE de Cienfuegos, la 2 de Felton, y la 1 de Santa Cruz del Norte, además de otras unidades que están en mantenimiento. Y como si fuera poco, 63 centrales de generación distribuida están fuera por falta de combustible, lo que representa 487 MW perdidos. A eso se suman otros 40 MW caídos por falta de aceite, lo que deja a más de 527 MW en el aire, según el parte oficial.
En resumen, las limitaciones de generación térmica suman 288 MW, mientras que los nuevos parques solares fotovoltaicos, que deberían aliviar la carga, solo están produciendo 1449 MWh, una gota en el mar frente a la crisis eléctrica.
A las 7 de la mañana, el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) tenía una disponibilidad de 1715 MW frente a una demanda de 2900 MW. Eso ya dejaba fuera a 1035 MW por puro déficit de capacidad. Y el cálculo para el resto del día no mejora: una afectación promedio de 1250 MW, según la propia UNE.
¿Y en el pico de la noche? La cosa se complica
Para el temido horario pico, cuando todo el mundo enciende luces, cocinas y ventiladores, se espera que se incorporen la unidad 1 de Santa Cruz y 70 MW recuperados de centrales diésel que estaban apagadas por falta de combustible. Pero eso no es suficiente.
Si todo sale como dice la UNE —y eso es mucho decir— la disponibilidad energética apenas rozaría los 1855 MW, frente a una demanda que trepa a 3400 MW. El déficit en ese punto sería de 1545 MW, con afectaciones estimadas en 1615 MW. Traducido al cubano: otra noche a oscuras.
La Habana también se apaga… por turnos
Ni siquiera La Habana, el bastión donde el gobierno suele intentar mantener las luces encendidas para calmar los ánimos, se libra del apagón. Este domingo, la Empresa Eléctrica capitalina tiró el parte oficial con los cortes rotativos del día.
Desde las 10:00 am hasta las 11:00 pm, los bloques de clientes se irán afectando en rotación: primero el bloque 5, luego el 2, el 1, el 4 y, finalmente, el 3. Una especie de ruleta eléctrica donde todos, en algún momento, tendrán que enfrentarse al ventilador apagado, el refrigerador desconectado y el silencio incómodo de un país que no deja de vivir entre sombras.
Apagar y esperar se ha convertido en el estribillo diario del cubano. Mientras tanto, las soluciones no llegan, las excusas se repiten y el calor aprieta sin compasión. Y así, otro domingo se va entre velas, cuentos y paciencia… mucha paciencia.