Un joven cubano de 27 años fue arrestado este viernes en las afueras de Milán, acusado de intento de asesinato tras ser identificado como el presunto autor del apuñalamiento de un niño egipcio de apenas 13 años. El suceso, que ocurrió en pleno corazón de la capital lombarda, ha dejado a más de uno con la boca abierta.
Todo ocurrió poco antes de las tres de la tarde, en la transitada Viale Vittorio Veneto, justo cuando muchos regresaban del almuerzo sin imaginar el drama que se desataría en plena vía pública.
Una transacción que acabó en tragedia
Según medios italianos como La Milano y L’Unione Sarda, el altercado parece haber surgido en medio de una presunta compraventa de drogas, donde estaban implicados tres adolescentes y el cubano. Lo que debía ser un «negocio callejero», terminó convirtiéndose en una escena de horror.
Horas después, el supuesto agresor fue ubicado en Pozzuolo Martesana, un rincón a las afueras de Milán. Llegó con una herida en la mano derecha que, según los investigadores, coincide con la forma y naturaleza del ataque.
Los Carabineros no tardaron en encontrar el cuchillo, con una hoja de unos 20 centímetros, que fue escondido en un campo cercano a la vía Aldo Merigli. El cubano también entregó la ropa que llevaba en el momento del apuñalamiento, lo que complica aún más su situación legal. Ahora está detenido en la prisión de San Vittore, esperando que avance la investigación que también lo relaciona con el tráfico de drogas en esa zona.
Un joven egipcio, el héroe inesperado
Después del ataque, un chico de 19 años, también de origen egipcio y residente en Peschiera Borromeo, se convirtió en figura clave del caso. Fue él quien llevó al menor herido hasta el hospital Fatebenefratelli en un Volkswagen Golf que mostraba claras señales de daño: abolladuras, una goma pinchada y sangre en el interior.
El niño, ya gravemente herido con una puñalada que alcanzó el pulmón, logró salir del auto tambaleándose y se desplomó justo frente a la puerta del hospital. Trágicamente, su perrito, que también viajaba con él, cayó a pocos metros y murió poco después en una clínica veterinaria.
En un inicio, el joven conductor intentó zafarse del asunto asegurando que no conocía al niño y que solo lo había encontrado tirado en la calle. Pero no le duró mucho la mentira. La policía encontró en su auto una porra telescópica, la funda de un cuchillo, un zapato ensangrentado y un puño americano tirado cerca, elementos que hicieron tambalear su versión.
Al final, el joven confesó: sí conocía al menor y ambos, junto con otro adolescente que aún no ha sido identificado, habían acudido al lugar para comprar droga. Fue durante ese intercambio que la discusión escaló y terminó con el apuñalamiento del niño y el ataque al perro.
Cámaras, pistas y muchas preguntas abiertas
Las autoridades italianas están revisando todas las cámaras de seguridad de Porta Venezia y Viale Vittorio Veneto, buscando armar el rompecabezas de ese día. El tercer adolescente sigue siendo un misterio, pero todo apunta a que su identificación es solo cuestión de tiempo.
Por ahora, la víctima se encuentra en cuidados intensivos, estable pero bajo vigilancia médica. Mientras tanto, el caso ha despertado un fuerte debate en la ciudad: ¿cómo llegó un niño de 13 años a meterse en semejante lío?
“El solo hecho de que este menor estuviera envuelto en una situación tan oscura, acompañado solo por su perro, ha dejado sin palabras a toda Milán”, publicó el diario La Milano, reflejando la conmoción general.
Una historia cruda que toca muchas fibras: la violencia que no perdona edades, el abandono, la droga, y esa línea cada vez más fina entre los adultos y los niños metidos en el mismo fango.