Un ciudadano cubano ha sido condenado a nueve años y medio de prisión en España, tras protagonizar un violento intento de agresión sexual que estremeció a la localidad de Aspe, en la Comunidad Valenciana. El caso, cargado de crudeza, ha encendido las alarmas sobre la reincidencia en delitos sexuales y la fragilidad de muchas mujeres trabajadoras en situaciones vulnerables.
Todo ocurrió al mediodía del 28 de julio de 2022, cuando una trabajadora doméstica salía de la casa donde labora. Fue entonces cuando el agresor, armado con un cuchillo de cocina de unos 20 centímetros, la sorprendió, la obligó a reingresar a la vivienda y trató de violarla. La mujer, en un acto de coraje, se resistió, pero el atacante la hirió en un brazo y le robó los 140 euros que llevaba en su cartera antes de huir. Como si fuera poco, la amenazó para que no lo denunciara.
Gracias al aviso rápido de los familiares de la víctima, la Guardia Civil localizó y arrestó al hombre un día después del ataque, cerca de su vivienda en Aspe. En el registro encontraron el cuchillo y la ropa que llevaba durante la agresión, aún manchada de sangre.
Durante el juicio, celebrado el pasado 5 de mayo, el acusado de 38 años aceptó los cargos como parte de un acuerdo con la Fiscalía y la abogada de la víctima. El tribunal no tuvo dudas: lo declaró culpable de intento de agresión sexual, robo con violencia y lesiones con arma blanca, sumando una condena de nueve años y seis meses de prisión. Además, deberá indemnizar a la víctima con 38,000 euros, unos 42,200 dólares, por el daño causado.
Pero este no es su primer encontronazo con la justicia. En 2017, el mismo hombre ya había sido condenado a cuatro años y medio de cárcel por otro caso de agresión sexual. En aquel episodio, ocurrido en 2016, entró en la casa de una mujer que apenas conocía y trató de forzarla a que le practicara sexo oral. Por suerte, la víctima logró escapar y pedir ayuda.
Aunque la sentencia de ese caso incluyó su expulsión de España tras cumplir parte de la condena, la medida no se hizo efectiva. Tras salir de prisión en 2021, no tardó en reincidir. Una historia repetida, con un final aún más brutal.
Según reveló el diario Información, este hombre, identificado por las iniciales R.P.A., ha vivido en España durante más de veinte años en condiciones inestables. Residente en Aspe desde al menos 2009, no tiene familia conocida, vive solo en una casa sin electricidad y no se le reconoce ningún empleo fijo.