Una noche que empezó como cualquier otra en Centro Habana terminó con una tragedia que ha dejado a todo el barrio con el corazón en la mano. Un menor, conocido por muchos como “El Bote”, perdió la vida tras ser atropellado frente al restaurante Doña Alicia, en la populosa esquina de Reina y Belascoaín.
El hecho ocurrió pasadas las 7:30 p.m., y aunque las autoridades aún no han dado una versión oficial, en Facebook no se ha hablado de otra cosa. Vecinos y testigos aseguran que el niño, de entre 11 y 12 años, estaba como de costumbre pidiendo dinero por los portales, cuando un carro lo embistió. No hubo chance de salvarlo.
“Dicen que un carro acaba de arrollar a uno de los niños que pedían dinero en los portales…”, escribió el usuario Saúl Manuel, quien fue de los primeros en compartir la dolorosa noticia. La publicación se regó como pólvora entre quienes lo conocían o simplemente habían cruzado con él alguna vez por esas esquinas.
Muchos aseguran que el niño era habitual en la zona, y que también se le veía con frecuencia en el semáforo cerca del Hospital Hermanos Amejeiras, pidiendo ayuda a los choferes y a los peatones. Jean Carlos Amore, quien dijo ser vecino del menor, lo recordó con pesar: “Era del barrio mío, lo conocíamos todos”.
Pero lo que más ha conmovido a la gente es la historia de vida que salió a la luz después del accidente. Carmencita La Currita, usuaria de Facebook que dijo tener cercanía con la familia, comentó que el niño creció marcado por el abandono y la indiferencia. Según su versión, la madre del pequeño enfrenta serios problemas con las drogas y el alcohol, y nunca se preocupó por el riesgo que corría su hijo en la calle.
“Este niño ha pagado las consecuencias por errores que no eran suyos. Se supone que los padres cuiden y protejan, pero él no tuvo esa suerte”, lamentó Carmencita. Incluso afirmó que la madre había intentado quitarse la vida, pero la detuvieron antes de lograrlo.
El niño, según vecinos, vivía en Campanario entre Sitios y Peñalver, en la zona de Los Sitios, y su velorio se realizaría en su propia casa. Algunos comentaron que tiene un hermano preso y que su madre estaba completamente descompuesta por lo ocurrido. Ninguno de estos datos ha sido confirmado por medios oficiales.
El accidente ha desatado una ola de indignación en redes sociales. Muchos cubanos se preguntan cómo es posible que un niño tan pequeño estuviera solo en las calles, expuesto al peligro y la miseria, mientras las autoridades siguen sin ofrecer respuestas claras.
“¿Dónde estaban los padres? ¿Y las instituciones? ¿Quién protege a estos niños que vemos todos los días pidiendo en las esquinas?”, cuestionó en voz alta el internauta Juan Rafael Méndez, reflejando el sentir de muchos.
Por ahora, ni la prensa oficial ni las autoridades han dicho una sola palabra sobre este caso, pero en las calles de La Habana ya se siente el peso de una realidad que duele: la niñez abandonada, que camina sin rumbo y sin amparo, hasta que un día la tragedia los detiene para siempre.
