A veces, el mar te da una esperanza y la ley te la arrebata. Cinco cubanos que se lanzaron al mar en busca de libertad fueron rescatados por un crucero en el canal de Yucatán, pero días después, la Guardia Costera de Estados Unidos los repatrió a Cuba. El sueño americano les duró lo que tarda un barco en llegar a Jamaica.
Todo comenzó la semana pasada, cuando un crucero de la línea Carnival, que navegaba cerca del canal de Yucatán, divisó una pequeña embarcación en peligro. A bordo iban varios balseros cubanos. Cinco de ellos aceptaron subir al barco, agradecidos por la oportunidad de salvar sus vidas.
Pero no todos pensaron igual. Otros migrantes que iban en el mismo bote se negaron a ser rescatados. Prefirieron continuar su travesía, a pesar del riesgo. El crucero les dio agua y comida, pero siguieron su rumbo sin que nadie sepa a ciencia cierta qué fue de ellos. ¿Llegaron a tierra? ¿Fueron rescatados después? ¿Naufragaron? Esas preguntas siguen sin respuesta.
La Guardia Costera de EE.UU. (USCG) confirmó este martes que los cinco cubanos que subieron al crucero fueron entregados a sus agentes días después, cuando el guardacostas Isaac Mayo se reunió con el barco en altamar. Desde ahí, comenzó el proceso de repatriación a Cuba.
Aunque los reportes oficiales no mencionan directamente al Carnival Paradise, todo apunta a que se trata del mismo crucero que realizó el rescate el 14 de mayo, al sur del Cabo de San Antonio, en la punta más occidental de la isla.
Carnival, por su parte, emitió un comunicado confirmando que había rescatado a cinco personas en peligro en el mar y que notificó a las autoridades estadounidenses. Tras cumplir con el protocolo de rescate marítimo, el crucero continuó su viaje hacia Jamaica, mientras el destino de los cubanos quedaba en manos de la USCG.
Desde el inicio del año fiscal 2025 (en octubre pasado), Estados Unidos ha repatriado a 103 balseros cubanos, una cifra muy inferior a los más de 6 mil en 2023. Pero aunque los números bajen, las historias humanas detrás siguen siendo desgarradoras.
La USCG fue clara: “Toda persona que intente emigrar ilegalmente por mar será interceptada y repatriada”. Y no solo eso: advierten que quienes lo intenten podrían quedar vetados de por vida para entrar legalmente a Estados Unidos.
La realidad es dura: la crisis en Cuba sigue empujando a muchos a lanzarse al mar. Escasez, inflación, apagones, represión… el cóctel perfecto para que cada ola sea una oportunidad. Y aunque las rutas están más cerradas que nunca, para muchos cubanos quedarse simplemente no es una opción.
Este domingo mismo, ocho cubanos fueron detenidos en México tras naufragar y llegar al puerto de El Cuyo, en Yucatán. La historia se repite, una y otra vez, con diferentes rostros pero el mismo final: la incertidumbre.
