Si tú pensabas que lo más difícil era pasar el examen para sacar la licencia, agárrate: en Miami, el verdadero reto es sobrevivir a la cola del DMV. Y no estamos exagerando. Este lunes, un grupo de personas —en su mayoría cubanos recién llegados— protagonizó un escándalo en plena oficina del Departamento de Vehículos Motorizados, cuando una discusión por el turno se salió totalmente de control.
El caos fue total. Gritos, amenazas, empujones e insultos volaron por el aire mientras decenas de personas esperaban ser atendidas. Todo comenzó por una pelea por el orden de la fila, ese drama eterno que los cubanos conocemos muy bien. Alguien se sintió “colado”, otro reclamó que llevaba horas allí, y lo que pudo haberse resuelto con diálogo… terminó en bronca colectiva.
El momento fue captado en video por varios testigos y, como era de esperar, en minutos ya estaba circulando por redes sociales. Las imágenes muestran a varios hombres alterados reclamando respeto por su lugar en la fila. Algunos llevaban más de dos horas esperando y no estaban dispuestos a ceder ni un centímetro. ¿El detonante? Una supuesta “lista” informal que unos respetaban y otros no.
Entre los gritos, uno repetía que “no le tenía miedo a nadie”, mientras otro pedía con voz al borde del colapso que no lo tocaran y que solo quería ser atendido. Se mencionó incluso llamar a la policía, aunque al final no se reportó ninguna intervención oficial. Lo cierto es que el ambiente se puso tan caliente como el sol de agosto en La Habana.
Desde que empezó el 2024, las oficinas del DMV en el sur de la Florida están colapsadas. La llegada masiva de cubanos beneficiarios del parole humanitario ha desbordado la capacidad de atención. Las personas tienen que madrugar, y muchos incluso duermen frente al local para poder agarrar turno al día siguiente.
Y cuando hay desorganización, listas improvisadas, horas de espera bajo el estrés migratorio… los ánimos se calientan. La gente está desesperada por sacar la licencia para poder trabajar, y eso, junto al cansancio, está provocando situaciones como la de este lunes.
Para intentar resolver el caos, Florida lanzó en mayo un sistema digital de citas. En teoría, debería ayudar. Pero la realidad es que en estos primeros días ha habido más quejas que alivios: la plataforma falla, hay pocas fechas disponibles y mucha gente, confundida, sigue presentándose sin cita.
Lo que pasó en la cola del DMV no es solo un escándalo viral: es el reflejo de una realidad migratoria cargada de estrés, desorganización y desesperación. Porque detrás de cada grito hay una historia, un sueño… y un turno que no llega nunca.