Un cubano de 35 años, Yuliesky La Rosa, está en el centro de una historia que parece sacada de una película de acción, pero que terminó con llamas en el cielo tejano y una acusación de robo de crudo a lo grande. El hecho ocurrió el pasado 5 de marzo, en una remota estación de mantenimiento de oleoductos en el condado de Reeves, Texas, donde según las autoridades, La Rosa y varios acompañantes intentaban llevarse petróleo crudo de manera ilegal.
La noche del suceso, cerca de las 11 y media, los equipos de emergencia se activaron tras una fuerte explosión que sacudió una batería de tanques ubicada cerca de la autopista 285 y el camino rural 436, muy cerca de Orla, un pueblito texano en mitad del desierto. Cuando llegaron los bomberos y la policía, aquello era un infierno: el petróleo estaba en llamas, y dos camiones cisterna, completamente vacíos, estaban estacionados en la escena del desastre.
El encargado del lugar fue claro: ningún trabajador estaba en el sitio a esa hora, y por tanto, quienes estaban allí no tenían absolutamente nada que hacer. La sospecha era más que evidente.
Según las primeras averiguaciones, los conductores de los camiones habrían estado tratando de sacar petróleo directo del sistema sin autorización alguna, en un intento que rompía todos los protocolos de seguridad. La cosa se salió de control cuando la combinación de electricidad estática y la presión del sistema provocó el incendio… y luego, la explosión.
De Florida para Texas: así fue la captura
Yuliesky fue arrestado el pasado 21 de abril por las autoridades del condado de Santa Rosa, en Florida. Al parecer, andaba tratando de pasar por debajo del radar, pero no le duró mucho. Fue extraditado de inmediato a Texas, donde ahora se encuentra tras las rejas en la cárcel del condado de Reeves. Su situación no pinta nada bien: enfrenta un cargo de actividad criminal organizada, considerado delito grave de primer grado bajo la ley tejana.
Para rematar, el juez Roger Harrison ordenó que se mantuviera detenido sin derecho a fianza. O sea, que La Rosa no sale de ahí hasta que enfrente a la justicia.
Sigue la pesquisa… y podrían caer más
Este caso ha prendido las alarmas entre varias agencias, que ahora están trabajando en conjunto para llegar al fondo del asunto. En la investigación participan organismos de peso como el FBI, la ATF, el Departamento de Seguridad Pública de Texas y hasta la Agencia Estatal de Manejo de Emergencias.
Según declararon las autoridades, la investigación aún está en curso, y no se descarta que otros implicados terminen también entre rejas en los próximos días.