Ir a Cuba después de vivir años fuera no es fácil. Pero para Thaimi Sánchez, una cubana que lleva más de una década viviendo en Estados Unidos, fue casi una experiencia traumática. Así lo contó en un video que se volvió viral en TikTok, donde se desahogó tras su reciente visita a la isla. “Me siento en el aire, no encuentro palabras para describir la situación. Cuba es un desastre. Ahí no hay vida”, dijo con la voz quebrada. Su mensaje, crudo y sincero, ha tocado una fibra sensible entre miles de cubanos dentro y fuera del país.
Thaimi no maquilló nada. Durante su estancia, lo que más la marcó fueron los apagones interminables. Y no los vio como simples fallas eléctricas, sino como algo mucho más oscuro. “Eso es una forma de tortura. A las 8 se va la luz y a las 4 viene. Entonces te levantas con el susto para cocinar antes de que vuelva a irse”, contó. Esa rutina, ese estrés constante, ese vivir a la carrera sin lo básico… le pareció una forma de control brutal sobre la gente. La luz, o mejor dicho, la falta de ella, se ha convertido en un símbolo del colapso general.
Pero la oscuridad no es solo eléctrica. Thaimi también habló del abandono físico y emocional que notó en las calles y en la gente. “Yo recuerdo que aunque éramos pobres, la gente limpiaba, pintaba con lechada. Ahora hay un churre… una suciedad”, comentó. Lo más triste, según ella, es que el pueblo parece haber perdido hasta el deseo de cuidar su entorno. “La gente está tan triste y pendiente de qué va a comer, que no se piensa más allá”. El desgaste no es solo económico, sino espiritual.
Su video no pasó desapercibido. Cientos de usuarios comentaron experiencias similares. “Cada vez que voy, regreso más triste”, escribió una seguidora. Otros fueron más duros, comparando la situación en Cuba con “un campo de concentración” o una “tortura psicológica”. Muchos dijeron no tener fuerzas para volver. Pero también aparecieron voces que defendieron el derecho a regresar, al menos por la familia. “No siento los apagones al lado de mis hijos”, dijo una mujer, recordando que el amor por los suyos pesa más que la oscuridad.
Thaimi también respondió a quienes la criticaron por hablar “mal” de Cuba desde afuera. Según ella, no fue con odio ni con ánimo de atacar, sino desde el dolor. Desde esa tristeza que provoca ver un país estancado en la desesperanza. “Yo solo compartí lo que vi y lo que sentí. No fue fácil”, explicó. Y en ese acto, dio voz a muchos otros que se sienten igual, pero no se atreven a decirlo.
El debate sigue, como siempre, entre los que están y los que se fueron. Pero el video de Thaimi dejó algo claro: hay una herida que no cierra, y una patria que duele más cuanto más lejos se está. Porque, como alguien comentó, “Cuba es un desastre desde 1959”. Y aunque duele decirlo, aún duele más verlo con tus propios ojos.