Hay costumbres que se te quedan pegadas al alma, sobre todo si vienen de una isla donde la creatividad ha sido la única forma de sobrevivir a la escasez. Y eso lo sabe muy bien Nayelis Bouza, una cubana que lleva seis años viviendo en Estados Unidos, pero que aún no logra soltar un viejo hábito: ¡llevarse el papel higiénico de los baños públicos!
Sí, tal como lo lees. Esta joven, que se ha hecho viral en TikTok por sus videos cargados de humor y cubanía, confesó entre risas que cada vez que entra a un baño en EE. UU., algo dentro de ella le dice: “Llévate el papel, que después te hace falta”.
En su video, Nayelis se sincera con una mezcla de risa nerviosa y nostalgia:
“¿A qué hora, cuándo, en qué año se quita esto? Yo no lo supero”.
Y claro, los comentarios no se hicieron esperar. Decenas de cubanos emigrados se sintieron identificados de inmediato, y la publicación se llenó de anécdotas, risas cómplices y confesiones que solo se entienden cuando has vivido la escasez en carne propia.
“¡Pregunta para los cubanos! ¿Quién más como yo? No puedo ver el papel sanitario”, escribió junto al clip, generando un verdadero desfile de historias curiosas.
Algunos respondieron:
“No se quita nunca, a mí me pasa con los ceniceros jaja”,
“Son las secuelas del comunismo que no se quitan”,
“Confieso que me los he llevado también jaja”.
Y es que, aunque suene gracioso, la costumbre tiene un origen muy real. Durante años, en Cuba, conseguir papel higiénico era una odisea. Muchos aprendieron a llevar servilletas en la cartera, rollitos en la mochila o hasta a pedir prestado… y no devolver.
El caso de Nayelis nos recuerda que la migración no solo se trata de mudarse de país, sino de lidiar con pequeños reflejos automáticos que se activan sin que uno lo note. Y que, a veces, esos gestos nos arrancan una sonrisa y nos hacen sentir menos solos.
Aunque ya lleva tiempo en EE. UU., esta cubana demuestra que ciertos hábitos no se van tan fácilmente. Pero también nos enseña algo importante: que el humor, incluso cuando habla de carencias, puede ser una forma poderosa de sanar, compartir y crear comunidad.