Dianelys Brito anda de lo más feliz por Tailandia y no lo esconde. La actriz cubana está disfrutando unas vacaciones que parecen sacadas de una película de aventuras, y ha convertido sus redes sociales en un diario visual lleno de templos impresionantes, mercados surrealistas y paisajes de ensueño.
La aventura comenzó en Bangkok, donde Dianelys se dejó maravillar por uno de los templos más visitados del país: Wat Pho, hogar del famoso Buda reclinado de ¡46 metros de largo! En sus historias, se le nota la emoción al estar frente a una obra tan majestuosa. “Es impresionante”, escribió junto a una selfie con el gigante dorado de fondo.
Y por si fuera poco, también pasó por el Templo del Buda Esmeralda, esa pequeña figura de jade que es uno de los mayores íconos espirituales de Tailandia. “Se siente una energía especial aquí”, compartió la actriz, con esa mirada entre turista fascinada y alma sensible.
Pero el viaje no se quedó en Bangkok. Dianelys puso rumbo a Chiang Rai, donde visitó dos joyas del arte tailandés moderno: el Templo Blanco (Wat Rong Khun) y el Templo Azul (Wat Rong Suea Ten). Entre esculturas surrealistas y colores que parecen sacados de otro mundo, la actriz confesó que estas paradas le robaron el aliento. “Esto es otra dimensión”, escribió entre emojis de corazones y estrellas.
Y como buena aventurera, también se lanzó a conocer los mercados más locos de Tailandia. Uno fue el Mercado del Tren de Maeklong, donde un tren pasa literalmente por el medio del mercado varias veces al día. “¡Una locura increíble!”, comentó mientras grababa cómo los puestos se desmontaban y volvían a montarse en segundos. Algo digno de ver para creer.
La otra parada fue el famoso Mercado Flotante de Damnoen Saduak, donde los vendedores navegan en botes llenos de frutas tropicales, flores y recuerdos artesanales. “Es como estar dentro de una postal”, escribió emocionada. Y la verdad, ¡las fotos lo confirman!
En su recorrido también tuvo la oportunidad de conocer a las mujeres jirafa, originarias de Myanmar, que llevan anillos dorados en el cuello como parte de una tradición ancestral. “Una experiencia profundamente humana”, reflexionó Dianelys.
Al cierre de su travesía, la actriz resumió todo con una frase que lo dice todo: “¡Esta aventura será inolvidable!” Y no nos queda duda. Cada foto, cada video y cada sonrisa compartida lo gritan a los cuatro vientos.