El Consulado General de España en La Habana soltó una bomba informativa este jueves que ha puesto a correr a medio mundo: se viene un cambio total en el sistema de solicitud de citas para la nacionalidad española bajo la Ley de Memoria Democrática (LMD), y el tiempo apremia.
A través de su cuenta oficial en X (antes Twitter), el consulado anunció que a partir del 23 de junio se borrarán todos los usuarios del sistema actual. Así que quienes ya tienen sus credenciales pero todavía no han reservado cita, tienen apenas un mes para ponerse las pilas, porque si no lo hacen, tendrán que empezar desde cero en la nueva plataforma.
Una carrera contra el reloj
Este reajuste no es solo un cambio técnico; para muchos, puede significar quedarse fuera del proceso y perder la oportunidad de presentar sus papeles antes de que se venza el plazo de la ley. Con tantos cubanos apostando por esta vía para acceder a la ciudadanía española y buscar un futuro fuera de la Isla, la noticia ha caído como jarro de agua fría y caliente a la vez.
Desde la web oficial del consulado explicaron que este nuevo sistema de citas buscará mejorar el servicio y facilitar la experiencia del usuario. Aunque suena bien en teoría, la gente quiere resultados, no promesas. Por ahora, lo cierto es que los que ya tienen credenciales tienen que usarlas antes del 23 de junio. Y ojo: la fecha de la cita puede ser posterior, pero la reserva debe hacerse ya.
Los que aún no han recibido sus credenciales no tienen que entrar en pánico, según aclaró el consulado. Tampoco quienes no han comenzado el proceso, ya que la nueva plataforma estará habilitada pronto, y se podrá seguir solicitando citas hasta el 22 de octubre de 2025, el último día que permite la LMD para entregar solicitudes de nacionalidad.
Más citas, más dudas
Este sacudón no llega solo. En abril, el consulado también informó que aumentó en 336 las citas semanales para presentar expedientes. Ese incremento —que empezó a aplicarse desde el 5 de mayo— representa un salto del 27,2% en la capacidad de atención, una movida que apunta a aliviar la altísima demanda de cubanos con sangre española que buscan acogerse a la ley.
Pero no todo el mundo está celebrando con palmadas. Las redes sociales se llenaron de comentarios entre la esperanza y el “a ver si es verdad”. Hay quienes ven el anuncio como una oportunidad largamente esperada, pero también hay muchos que no se creen el cuento completo.
Una usuaria lanzó un comentario que resume el sentir de muchos: “Como sigan de lento se acaba la ley y muchos nos quedaremos fuera”. Y no falta quien se pregunte si este aumento de citas vendrá acompañado de una mejora real en la velocidad del proceso, porque de poco sirve recibir más gente si después los trámites se empantanan.
También han llovido quejas sobre las credenciales que no llegan, sobre turnos que se pierden, y sobre supuestos “saltos” en el orden de atención. “Muy bien el aumento, pero ¿seguirán brincándose gente? Porque eso no se ha resuelto”, escribió otra solicitante.
La nacionalidad como tabla de salvación
Para miles de cubanos, la posibilidad de obtener la ciudadanía española es mucho más que un trámite: representa la puerta hacia otra vida, lejos del apagón, la escasez y la incertidumbre diaria. Por eso, cada paso cuenta y cada obstáculo se vive como una zancadilla al sueño.
La presión ahora está sobre el consulado, que deberá garantizar que esta transición al nuevo sistema no se convierta en un viacrucis para quienes todavía están esperando una oportunidad justa.
En un contexto donde cada día cuenta, lo que muchos piden es eficiencia, transparencia y respeto al orden. Porque lo que está en juego no es solo un pasaporte, sino el futuro de familias enteras que ven en la Ley de Memoria Democrática su única salida legal de Cuba.
