La central termoeléctrica Antonio Guiteras, esa que muchos ven como el corazón eléctrico de Cuba, volvió a quedarse fuera de juego este viernes. Justo cuando el país no puede darse el lujo de ni un pestañazo más en el Sistema Electroenergético Nacional, una avería la sacó del sistema como si fuera un fusible quemado.
La noticia la soltaron desde el propio Periódico Girón, y fue ampliada por el periodista José Miguel Solís, quien ha seguido bien de cerca los tropiezos constantes de la Guiteras, que ya parece más un paciente en terapia intensiva que una central energética.
¿Qué fue lo que se rompió esta vez?
Según explicaron los expertos, el problema vino por el Calentador de Aire Regenerativo B (CAR B), un nombre bien técnico para una pieza clave que ayuda a que todo el engranaje funcione con eficiencia. El motor de corriente alterna del CAR B dejó de responder y eso provocó que se desacoplara el sistema de arrastre que lo hace girar. En palabras simples: se trancó la rueda y hubo que apagar el monstruo completo.
El ingeniero Jorge Gómez Sánchez, al frente de la producción en la Guiteras, fue quien confirmó que hubo que parar en seco para evitar daños mayores. Lo triste es que esto pasa justo cuando el sistema eléctrico ya está reventado por los apagones y los déficit de generación que tienen a más de uno loco del calor.
“La idea es que la parada sea de solo cuatro horas”, dijeron las autoridades, como quien promete arreglar un aguacero con un paraguas roto. El problema es que la Guiteras carga buena parte del peso eléctrico del país, y cuando se apaga, no hay quién aguante.
Según Gómez Sánchez, al menos la avería está en una zona que permite acceso rápido para repararla, y ya hay técnicos, piezas y herramientas listas para meterle mano apenas baje la temperatura de los equipos.
¿Y qué rayos es ese famoso CAR B?
Pues nada menos que uno de los pulmones del sistema de combustión. Lo que hace este aparato es recuperar el calor de los gases que salen de la caldera y usarlo para precalentar el aire que entra. Así, se ahorra combustible, se mejora la eficiencia y se le da más vida útil a la caldera. Si eso se cae, todo lo demás empieza a tambalearse.
¿Por qué esta avería es tan seria?
Porque la Guiteras es la termoeléctrica más potente del país, y no hay muchas que estén dando la talla últimamente. Su salida temporal, aunque suene breve, deja al SEN casi al borde del colapso, en medio de un déficit que ya supera los 1.500 megawatts y con apagones diarios que hacen estragos en cada rincón de la isla.
¿Y qué dice el gobierno? ¿Hay alguna luz al final del túnel?
Pues la versión oficial es que en tres años —sí, tres años más de paciencia y sudor— Cuba podría recuperar su capacidad energética. La meta, según ellos, es que el 70 % de la generación venga de combustibles nacionales, y que las fuentes renovables aporten el 24 % de la energía del país para 2030.
Pero mientras esa promesa llega (si llega), la realidad es otra: la Guiteras apagada, el pueblo agotado, y el país entero dependiendo de parches y discursos.