Lo que debía ser una fiesta deportiva para los más pequeños terminó en una escena digna de película de acción, y no precisamente de las que uno quiere ver. Durante una competencia de lucha libre infantil en la Sala Polivalente Alejandro Urgellés, en Santiago de Cuba, los padres se robaron el show… a las malas. La edición 60 de los Juegos Escolares Nacionales quedó manchada por una pelea campal que obligó a parar el evento y dejó más de un niño afectado.
El periodista Yosmany Mayeta Labrada fue quien soltó la bomba en sus redes, contando que el lío empezó cuando el padre de un niño que perdió el combate no se pudo aguantar la lengua y empezó a insultar al contrario y a su familia. Como era de esperarse, el otro papá no se quedó callado, y de las palabras pasaron a los empujones y, de ahí, a los golpes.
Según testigos que hablaron con Mayeta, la cosa se puso tan fea que hasta cuchillos sacaron. “Yo no entiendo qué hacía esa gente con armas en un lugar lleno de niños”, le dijo una fuente al reportero, todavía con el asombro en la cara.
Y como si no bastara con los piñazos, uno de los adultos lanzó gas en spray, desatando el caos total. Muchos salieron corriendo, pero algunos menores no pudieron escapar y acabaron tosiendo sin poder respirar bien. Tres de ellos fueron llevados al Hospital Infantil Norte para recibir atención médica.
Entre gritos y corridas, otros padres trataban de socorrer a sus hijos lavándoles la cara, mientras un hombre buscaba una lima, sí, una lima… como si la pelea fuera a escalar a nivel medieval. En el video compartido por Mayeta se ve el descontrol total: los árbitros gritando desesperados, amenazando con suspender el torneo si no se calmaban. Pero nada. La violencia no solo no se detuvo, sino que se fue con ellos a la calle.
Las redes, como era de esperar, ardieron. Muchos cubanos condenaron lo ocurrido, lamentando que un evento deportivo para niños haya terminado con ese nivel de agresividad. “Qué pena, chico. Siempre lo mismo: gritería, machetes, piñazos… y lo más triste es que ni siquiera se tiran así para reclamar libertad pa’ Cuba”, soltó un internauta molesto.
Otro comentario apuntó al daño emocional para los niños: “Qué tristeza para esos pequeños, que estaban ahí felices por mostrar lo que aprendieron, y sus padres dándoles ese ejemplo de violencia”.
Este escándalo trae a la memoria otro altercado violento ocurrido en La Habana el año pasado, cuando bandas armadas con machetes se enfrentaron en plena actividad juvenil cerca de la Finca de los Monos. Aquel episodio también terminó con heridos, caos y una profunda preocupación por el rumbo que están tomando los espacios públicos en Cuba, incluso cuando se trata de menores.
