Otro trágico accidente sacude a Cuba. El número de fallecidos tras el choque ocurrido el viernes 23 de mayo en el kilómetro 277 de la Autopista Nacional, en la provincia de Villa Clara, subió a cinco. Y la cifra podría seguir aumentando. Una vez más, el pavimento se tiñe de dolor y preguntas sin respuestas.
La colisión fue frontal, sin margen para evitar la tragedia. Los vehículos involucrados fueron un Peugeot 405 (matrícula P 122 449) y un Geely MK (chapa P 202 650). La escena fue tan impactante como desgarradora.
Al principio se habló de cuatro personas muertas en el lugar y tres heridas de gravedad. Pero poco después, el medio oficial Granma confirmó que uno de los heridos no logró sobrevivir en el hospital provincial Arnaldo Milián Castro. Con él, ya son cinco las víctimas fatales de este choque infernal.
Entre los fallecidos están Maels Rodríguez Sánchez, de apenas 22 años, y su padre, José Antonio Rodríguez Lorenzo, conductor del Peugeot. Ambos eran de Zaza del Medio, en Sancti Spíritus. Viajaban juntos, sin saber que ese día sería el último.
Del Geely MK perdieron la vida Raúl Basilio Ysisdro González (57 años), también de Zaza del Medio; Karina Sánchez Sánchez, de 27 años, y Mario Bárbaro Ramos Díaz, de 25, ambos de Jatibonico. Cinco vidas truncadas, cinco familias marcadas para siempre.
Los dos heridos más graves eran pasajeros del Peugeot. Uno de ellos, Yoegnis Granado Fernández, no resistió. El otro, Yosvanis Crespo Benítez, sigue en estado crítico. El tiempo dirá si logra recuperarse.
Este no es un caso aislado. En el último año, Cuba ha estado plagada de accidentes viales mortales. ¿Recuerdas el de Ciego de Ávila en enero? Dos ómnibus chocaron y dejaron seis muertos y casi 60 heridos. En ese caso, como en muchos otros, todo apunta a un error humano.
Las estadísticas no mienten: solo en 2024 se reportaron 7,507 accidentes, con 634 fallecidos y más de 6,600 lesionados. Y aunque parezca increíble, en enero de 2025 ya se superaban las cifras de muertes del mismo mes del año anterior, con 65 fallecidos en solo 31 días.
Las causas siguen siendo las mismas de siempre: falta de atención, exceso de velocidad, alcohol al volante y el caos vial que reina en muchas partes del país. A esto se suma el mal estado de los vehículos y carreteras, y una falta total de fiscalización efectiva.
Lo cierto es que cada semana tenemos que contar tragedias como esta. Y mientras no se tomen medidas reales —no anuncios vacíos, sino cambios de verdad— seguiremos lamentando muertes evitables en las calles de Cuba.