En medio de los apagones eternos, la escasez que aprieta y un pueblo cada vez más cansado de promesas vacías, Yudelkis Ortiz Barceló, la primera secretaria del Partido Comunista en Granma, decidió soltar su indignación… pero no precisamente contra la crisis. No. Su furia fue directa contra las redes sociales y quienes las usan para expresar su malestar. ¡Increíble, pero cierto!
Justo antes de tener que ponerle la cara a los bayameses que salieron a protestar, Ortiz Barceló lanzó un post en Facebook donde dejó claro que, para ella, las críticas en redes son poco menos que un crimen. “Vivimos en un mundo donde la libertad de odiar jamás ha estado tan fuera de control”, escribió con tono dramático, como si el verdadero problema del país fueran los tuits y no la falta de electricidad o comida.
Y por si fuera poco, apeló al viejo guion del oficialismo con frases de libro como: “El ganador será el pueblo de Cuba unido como nos enseñó Fidel”. Porque claro, ¿qué sería de un discurso oficial sin una mención a Fidel Castro? Ya lo sabemos: propaganda reciclada con olor a naftalina.
Mientras tanto, la calle hablaba más fuerte que cualquier discurso. La madrugada del viernes 24 de mayo trajo nuevas protestas en Bayamo y también en Cienfuegos. ¿El motivo? Los de siempre: apagones interminables y estómagos vacíos. En Bayamo, varios barrios se llenaron de voces que gritaban “¡No queremos más muela!”, dejando clarísimo que el pueblo está harto de palabras y quiere acciones reales.
La respuesta del régimen fue la de siempre: represión suave, pero efectiva. Tropas especiales en las calles, funcionarios del PCC en modo “bomberos apagando fuegos sociales” y, por supuesto, el ya típico corte de internet para que nadie vea lo que pasa. En paralelo, en redes como Facebook, comenzó la campaña de maquillaje: imágenes de calles vacías, faroles encendidos y frases de cajón como “todo está en calma”. Spoiler: no, no lo está.
Un video bastante elocuente mostró a Yudelkis Ortiz Barceló enfrentando a vecinos visiblemente molestos, rodeada de agentes del MININT y militares. Aun así, desde perfiles oficialistas se insistía en que todo marchaba bien, como si repitiéndolo suficiente veces fuera a hacerse realidad.
Y como guinda del pastel, este sábado el gobierno intentó calmar los ánimos con su clásico “parche revolucionario”: ferias de alimentos exprés. En varios municipios de Granma, como Pilón, se montaron estands con productos del agro —maíz, viandas y demás básicos— bajo el lema “al alcance de todos”. Una feria que no engaña a nadie: es la típica jugada para apagar el fuego con un poco de viandas mientras dure la bulla.
Estas ferias, lejos de ser una solución estructural, son parte de una estrategia que el régimen ya ha usado en otras provincias como Santiago de Cuba. Son como darle un caramelo a un niño con hambre esperando que se olvide de que no ha almorzado en días.