Hay momentos que uno no olvida jamás: el primer beso, el primer viaje… y sí, la primera hamburguesa fuera de Cuba. Esa que sabe a libertad, a abundancia, a “¡por fin!”. Y eso fue justo lo que vivió una joven cubana recién llegada a Surinam, que protagonizó un video viral que ya está sacando carcajadas y lagrimitas por igual.
La escena es simple, pero poderosa. Una chica sentada en una mesa de Burger King, bandeja al frente, y una hamburguesa que no tuvo tiempo ni de posar para la cámara. ¡Se la está comiendo como si fuera lo último que queda en el planeta! Y detrás del celular, una amiga que graba entre risas, mientras suelta un “¡Ay, Dios mío!” que resume lo que sentimos todos viendo el video.
El clip fue subido a TikTok por la usuaria @melissa.himelis y rápidamente se volvió viral. ¿La razón? Pues porque muestra una realidad que muchos cubanos conocen de sobra: el impacto emocional (y gastronómico) de enfrentarte a una comida rápida que en Cuba es casi ciencia ficción.
El texto sobreimpreso en el video lo dice todo: “Cuando llegas de Cuba y vas a un Burger King”. Y los comentarios no se hicieron esperar. Desde los clásicos “Nos pasa a todos” hasta relatos graciosos de otros cubanos que contaban cómo lloraron (literal) con su primera pizza, su primer sushi o simplemente al entrar a un supermercado.
Uno de los comentarios más repetidos fue: “Esa primera hamburguesa no se olvida”. Y tienen razón. No se trata solo de comida. Se trata de lo que representa: el contraste brutal entre la escasez diaria en la isla y la abundancia —a veces abrumadora— que se encuentra fuera.
Porque en Cuba, comer una hamburguesa así no es algo cotidiano. Es un lujo, un recuerdo de los 90, una excepción. En cambio, para quienes emigran, morder esa hamburguesa por primera vez es como saborear el inicio de una nueva etapa. Suena dramático, sí, pero si lo has vivido, sabes que es verdad.
Detrás del humor, este video también toca una fibra sensible: las carencias alimentarias en Cuba. Un país donde ir a una cadena de comida rápida no es un derecho, ni una opción, ni siquiera un plan de domingo. Es una fantasía. Por eso, ver a alguien cumplirla, aunque sea con la ansiedad de quien ha pasado mucho, se vuelve profundamente humano.
Y si tú también fuiste de los que lloraron con una Whopper… no estás solo. “Nos pasa a todos”, y eso también es parte de la historia de ser cubano.