El reguetonero cubano Kevincito El 13 no se anda con cuentos ni falsas modestias. Si algo tiene claro, es que su imagen vale tanto como su música. En una entrevista reciente en el popular podcast Destino Tolk, donde compartió escenario con su socio Dany Ome, soltó una confesión que dejó a medio mundo con la mandíbula en el suelo: “Tengo invertido más de 700 mil dólares en prendas”, dijo sin pestañear, mientras enseñaba su cadena del tamaño de una cuerda de pozo.
Con una sonrisa de oreja a oreja, Kevincito soltó lo que él considera una verdad indiscutible: “Yo soy el artista cubano con más dinero en prendas de Cuba”. Y no es solo bulla. Según explicó, uno de sus relojes solito vale 200 mil dólares, y tiene otros en su colección que rondan los 80 y 70 mil. O sea, su muñeca brilla más que el Malecón de noche.
“La humildad no se mide por las cadenas”
Durante la charla, que tuvo de todo un poco entre relajo y confesiones, el anfitrión le preguntó en tono de broma si su cadena era del mismo proveedor de Chocolate MC. Kevincito, sin perder la clase, se la quitó y se la pasó en la mano: más de mil gramos de oro rosado, que pesan lo mismo que el ego de varios artistas juntos.
“Este es mi estilo, mi flow. A mí me gusta verme grande, proyectarme en grande”, afirmó. Y dejó claro que, para él, ser artista no es solo cantar bien, sino también lucir como una estrella. Porque, como dice, el que se dedica a la música tiene que brillar dentro y fuera del escenario.
Pero eso sí, aclaró que su éxito no lo mide comparándose con nadie. “Yo no ando mirando al que tengo al lado. Yo me concentro en mi camino. En el mundo urbano cubano hay mucha fantasía, y por eso uno tiene que enfocarse en lo suyo”, comentó, dejando caer la indirecta para más de uno.
Un artista que no pasa desapercibido
Con ese aire de seguridad que ya lo caracteriza, Kevincito El 13 se reafirma como uno de los nombres que más ruido está haciendo en la escena del reguetón cubano. Junto a Dany Ome, sus temas siguen corriendo fuerte en plataformas y redes sociales, pero es su estilo ostentoso, esa mezcla de bling bling y calle, lo que también lo mantiene en la conversación.
¿Es moda? ¿Es inversión? ¿O es una forma de marcar territorio en el género? Sea como sea, su look no se puede ignorar… y tampoco el dineral que carga encima. Porque como bien dice él, “ser grande no es un acto, es una actitud”. Y a este chamaco, actitud le sobra.